248. Mi comienzo feliz
Jenna
Yo no sabía que la felicidad hacía ruido.
Pero sí lo hacía.
Vibraba en los aplausos, en las carcajadas, en los aullidos de celebración. Hacía ruido en los pasos apresurados de quienes venían a abrazarme. En el sonido de las copas tintineando, de las sillas arrastrándose, del violín suave de fondo.
Hacía ruido en mi pecho.
Porque latía como nunca antes lo había hecho.
La fiesta se celebraba en los jardines de la mansión suprema. Luces colgaban entre los árboles como estrellas robadas del cielo. Flores blancas y lilas florecían en todos los rincones... Mis favoritas, como Nuria bien sabía. Y, en cada detalle, había cuidado. Había amor.
Había hogar.
Teodora me jaló para un abrazo apretado, con los ojos anegados y la sonrisa temblorosa.
"Estás hermosa, mi niña... hermosa de una forma que solo la Diosa puede explicar".
Sonreí, intentando contener el llanto.
"Gracias, Teodora...".
Ella sacudió la cabeza, apretando aún más mis hombros.
"No, no es solo eso. Nunca vi a Rylan sonreír de e