209. Necesito un plan
Jenna
La tela gruesa sobre mi cabeza lo amortiguaba todo.
Sonido, luz, esperanza.
Mis muñecas dolían por la atadura mal hecha, la sangre circulaba mal, y la boca tenía el sabor amargo del bosque y de la derrota. El olor a tierra seca, al sudor de los lobos y al humo quemado me invadía en cada respiración. Solon no hablaba. Los otros tampoco. Pero yo sabía que nos dirigíamos a un lugar lejano.
Al lugar donde terminan los errores que no se pueden corregir.
Me mantuve en silencio.
Intentando parecer fuerte.
Intentando ser como ella.
Como Nuria.
Ella sobrevivió a él.
Ella se enfrentó a Solon y salió viva.
Entonces yo también puedo.
¿Verdad?
El sonido de los pasos cambió. Tierra apisonada. Raíces. Luego piedras. Y entonces... silencio.
Me arrojaron al suelo con brutalidad. Sentí las piedras frías rasgar la piel de mis piernas expuestas. La capucha fue arrancada con un tirón, y la luz tenue del atardecer me cegó por un instante.
El campamento parecía improvisado, pero organizado. Lobos arma