Jenna

Caminaba de un lado a otro por el salón como una loba sin rumbo. Mis pies parecían palpitar de tanto andar, pero mi cabeza no descansaba.

"Nuria se está tardando demasiado..."

"Jenna". La voz de Rylan sonó detrás de mí, demasiado paciente. "Son una pareja. Se van a arreglar."

"¡Viste cómo estaba, Rylan! ¡Ese lobo parecía un animal herido, y tú sabes lo que pasa cuando un animal herido es acorralado!"

"Sí", se cruzó de brazos, apoyado en la puerta con ese maldito aire de quien lo sabe todo. "Pero Nuria no es exactamente una flor indefensa. Es la única que lo hace volver a la normalidad. Si es que alguna vez fue normal..."

Bufé.

"Voy a ir allí. Si levanta la voz, o si hace alguna tontería, golpeo la puerta, o lanzo algo. No sé. Haré algo para llamar la atención."

"Te estás metiendo donde no te incumbe", me advirtió, sin moverse.

"Sí, lo estoy, pero si crees que estoy equivocada, intenta detenerme", repliqué, y comencé a subir las escaleras.

Y fue entonces cuando lo oí.

El sonido q