157. Una nueva vida
Nuria
La sala estaba sumergida en silencio, roto solo por el zumbido suave del aparato de ultrasonido.
Acostada sobre la camilla, con la blusa levantada y el gel frío esparcido por mi vientre, intentaba mantener el control de la respiración, pero el corazón... ese libraba una guerra entre el miedo y la esperanza.
El médico deslizaba el transductor lentamente, los ojos fijos en el monitor, mientras yo miraba el techo como si pudiera darme alguna respuesta.
Como si pudiera fingir que no sentía el estómago revolverse a cada segundo.
"Está todo bien", murmuró él, con la calma entrenada de quien ya lo ha visto todo. "Solo un instante más. Vamos a encontrar el ángulo ideal..."
Pero no terminó la frase.
La puerta se abrió de golpe con un estruendo que me hizo saltar en la camilla.
El olor llegó antes.
Stefanos.
Pero no era solo él.
Era él en furia.
Era caos, tormenta y lobo descontrolado.
Todo al mismo tiempo.
Todo lo que temía... y secretamente esperaba.
El médico se sobresaltó, casi dejand