152. ¿Qué somos?
Jenna
La puerta de la oficina se cerró tras nosotros con un chasquido seco.
El mundo seguía patas arriba.
Rylan caminaba a mi lado en silencio. Su mano aún reposaba en mi cintura, cálida, firme... como si él fuera mi único cimiento en un suelo que amenazaba con derrumbarse a cada paso.
Mis ojos seguían húmedos. La garganta, apretada. Y la mente... completamente confundida.
¿Cómo podía alguien ser arrancada de las estrellas y arrojada al infierno en cuestión de horas?
Nada tenía sentido.
Pero bastaba mirarlo a él... para saber que yo no era la única intentando recoger los pedazos.
La tensión en sus hombros era visible. La mandíbula apretada. El lobo bajo la piel, inquieto. Y aun así, me mantenía cerca. Como si, en medio del caos, yo fuera lo único que él se negaba a soltar.
Nos detuvimos en el pasillo lateral, y finalmente respiré un poco más profundo.
"¿Estás bien?", preguntó él, con voz baja y firme.
"No sé. Sinceramente... no sé". Apoyé mi frente en su hombro, y sus dedos se hundier