63 - Algo malo está pasando.
— ¿Por qué están haciendo esto? — logró preguntar, su voz apenas un susurro.
Vittorio la miró con una mezcla de desprecio y autoridad.
— Es simple, Margaret. Necesito que entiendas tu lugar en todo esto. Emiliano ya no está dispuesto a seguir mis órdenes, pero tú aún puedes ser útil.
El coche comenzó a moverse, y Margaret sintió el terror creciendo en su interior. Miró por la ventana, viendo cómo se alejaban de su hogar, y pensó en su bebé, solo y vulnerable.
— Mi bebé... — murmuró —. No pueden dejarlo solo.
Vittorio la miró con una sonrisa fría.
— No te preocupes por tu hijo. Estará bien. Por ahora, necesitamos tener una conversación seria.
Margaret sintió las lágrimas correr por su rostro. Estaba atrapada y a merced de un hombre que no conocía la compasión. Trató de calmarse, sabiendo que perder la cabeza no ayudaría en nada.
— ¿Qué quieres de mí? — preguntó finalmente, su voz quebrada.
Vittorio la observó por un momento antes de responder.
— Quiero que entiendas que no puedes inter