La tarde avanzaba lentamente como si el universo conspirara para que Gabriel no sospechara lo que lo esperaba en casa. Había pasado el día entero en reuniones, atendiendo pacientes, tratando de mantener su mente alejada del torbellino familiar que lo había estado asfixiando los últimos días.
Además, no sabía nada de Leonor y Clara desde el día en que se llevaron al gatito a casa. Tenía una cierta curiosidad por saber de ellas y como seguía Clara con su padecimiento. Se abstuvo de ir a por ellas, no sería profesional de su parte si actuara de esa manera, así que; abortó la idea rápidamente. Tenía ya muchos conflictos encima como para crear otro yendo a visitar a Leonor. Por este día, su única menta era llegar a casa y descansar, creía fielmente que por esa noche podría tener algo de paz. Nada podía ponerse peor, pero el destino y Emily tenían otros planes consigo, unos que no los venía venir.
Mientras tanto, en la residencia de los padres de Gabriel, el personal de servicio iba y ve