150. DESCUBIERTOS
WILLIAM
—Nena, escúchame muy bien —la tomé de las mejillas.
—. No importa lo que viste o sospechas, no puedes decirle a nadie, July. Esto ahora es una guerra abierta por el puesto del Alfa, ¿entiendes? Y sin Nathan aquí, Logan puede aprovechar y hacerles daño.
La comprensión de la gravedad del asunto llegó hasta ella.
Enseguida se limpió las lágrimas con la mano, asintiendo, atando cabos, recuperándose.
—Vamos… vamos, William… —se levantó a punto de caerse.
Tuve que agarrarla de la cintura.
—Te protegeré, no importa lo que suceda, July. Te protegeré —la abracé por última vez.
Juliana subió la cabeza y bajé la mía para besarla en los labios.
Fugaz, breve, pero todos nuestros deseos reprimidos estaban ahí.
Siempre lo he sabido en el fondo de mi corazón: ella sigue teniendo sentimientos por mí.
Solo que ambos somos demasiado tontos, orgullosos, y nos hemos negado a los impulsos de nuestros corazones.
—No, por la puerta no, vamos por la ventana —la detengo cuando hace por correr hacia la