El viejo estrechó la mano de su nuera y compartieron una sonrisa de complicidad.
—Melissa. Ahora que todo está listo. ¿Qué te parece si la nueva accionista va a conocer su empresa?
Melissa asintió, estaba emocionada de estar de nuevo entre números y papeles.
—Yo encantada.
El viejo se sintió feliz, de ser el responsable de esa alegría. Él estaba sembrando las bases del nuevo imperio Santoro que será gobernado por una reina llena de sabiduría y amor. Aunque sabía que había un largo camino que recorrer.
—Melissa, se que tal vez, no estés preparada para esta responsabilidad y que no entiendas muchas cosas, pero la presencia es muy importante. Es decir, todos tienen que sentir que eres su jefa y que estás ahí para cuidar tus intereses.
Melissa soltó una pequeña risa y se paró orgullosa frente a su suegro. Definitivamente, él no sabía con quién estaba hablando.
—Señor Santoro, soy licenciada en administración y tengo una maestría en economía. Créame que entenderé todo sobre la empresa y v