C84- UN FANTASMA.
C84- UN FANTASMA.
La luz fría y artificial de la UCI iluminaba la figura inmóvil del hombre en la cama. Tenía los ojos cerrados, el cabello oscuro revuelto sobre la almohada y el pecho apenas elevándose bajo las vendas gruesas que cubrían su torso. Los monitores marcaban un ritmo constante, regular, un pitido que decía sigue vivo, aunque por poco.
Entonces la puerta se abrió sin hacer ruido y entró un hombre maduro, alto, seguro, vestido con un traje que no necesitaba logotipos para imponer respeto ya que su sola presencia cambió la temperatura de la sala. Detrás de él avanzó el director del hospital, ajustándose las gafas con un gesto nervioso.
—Recibió tres impactos de bala en el pecho —explicó con profesionalidad contenida—. Dos atravesaron tejido muscular y uno rozó un pulmón. Ninguno alcanzó el corazón por centímetros. Perdió mucha sangre, pero logramos estabilizarlo. Está fuera de peligro inmediato… aunque las próximas cuarenta y ocho horas serán críticas.
El hombre del traje o