C57-UNA MADRE DESESPERADA.
C57-UNA MADRE DESESPERADA.
El silencio en el consultorio pesaba como una losa y Kate apenas podía respirar.
—¿No hay otra solución? —preguntó con voz temblorosa—. ¿Otra salida?
El médico la observó con seriedad, sin espacio para rodeos.
—Podemos buscar donantes no relacionados, hay bancos internacionales de médula, ensayos clínicos… pero no le voy a mentir, señora Langley —dijo con calma, aunque sus palabras eran duras—. Esa opción es mucho más costosa, menos rápida y los niveles de compatibilidad bajan drásticamente.
Kate apretó los puños sobre su regazo, miró al suelo, incapaz de sostenerle la mirada al médico.
No quería decirle a Grayson.
No era solo el miedo a decirle que Oliver era su hijo; era el peso aplastante de ocho años de silencio. ¿Cómo explicarle que había ocultado su paternidad todo este tiempo?
Las lágrimas amenazaban con derramarse mientras pensaba en cómo reaccionaría al descubrir que tiene un hijo del que nunca supo. En ese momento, el miedo la paralizaba: miedo a