C58- NO ESTAR TAN SOLA.
C58- NO ESTAR TAN SOLA.
En el hospital privado de Londres, Kate caminaba por los pasillos apresuradamente, sosteniendo la mano de Oliver, quien iba en silla de ruedas con su pierna aún enyesada y los ojos cansados, pero curiosos. El hospital era moderno, elegante, y se notaba en cada rincón que no era un lugar barato.
El doctor Holden, un hombre mayor de cabello gris, la recibió en su despacho y en cuanto Kate se sentó frente a él, deslizó un papel hacia ella.
—Señora Langley, este es el desglose del tratamiento. Su hijo necesitará comenzar la quimioterapia lo antes posible, y también debemos iniciar la búsqueda de un donante compatible. El procedimiento completo, incluyendo hospitalización, tratamientos, análisis genéticos y preparación para el trasplante… —hizo una breve pausa— tendrá un costo estimado de doscientos treinta mil libras. Eso sin contar los cuidados postoperatorios.
Kate sintió que el estómago se le encogía. Bajó la mirada al papel y las cifras parecían una condena. Te