C46-HAZME EL AMOR.
C46-HAZME EL AMOR.
La moto rugía como un animal desatado mientras se deslizaba por la autopista, y cada curva parecía un desafío al destino. Priscilla reía con un brillo en los ojos que no recordaba haber tenido nunca; era como si la opresión de su apellido, las reglas de su madre y las expectativas de Margaret se hubieran quedado atrás, perdidas en la estela del motor.
—¡Más rápido, Kenyi! ¡Más rápido, quiero volar! —gritó, aferrándose a él con una mano mientras con la otra se estiraba hacia el cielo, mojada por la llovizna—. ¡WOW! ¡SÍIIII!
Kenyi sonrió bajo el casco al escucharla y, sin pensarlo, giró el acelerador. El rugido se intensificó y la moto cortó el viento como una flecha. Sintió el único brazo de ella apretándose más contra su torso, como si no quisiera separarse nunca.
—¡Eres un loco! —chilló después, con los ojos brillando como niña en un juego prohibido, sin bajar todavía la mano que había alzado antes, temblándole de pura adrenalina.
—¡Y tú estás peor por venir conmig