C3- SECRETOS
Sara despertó con un dolor agudo en la cabeza, como si un martillo golpeara dentro de ella. Todo le daba vueltas y, por un instante, pensó que seguía soñando. Pero cuando enfocó la vista, el estómago se le apretó, porque esa no era su habitación y tampoco el departamento de Mason.
Con un nudo en la garganta giró lentamente el rostro... y lo vio. Elias estaba a su lado, dormido. El corazón le dio un vuelco y retrocedió de golpe, como si lo que acababa de ver pudiera quemarla. El movimiento lo hizo girarse un poco y, medio dormido, extendió un brazo hacia ella. Sara lo apartó con brusquedad, con el pánico creciendo en su pecho.
«Dios... ¿qué... qué pasó?» pensó mientras sus manos temblaban. Tiró de la sábana hacia abajo y la sangre se le heló.
Estaba desnuda.
—¡No! —susurró—. ¡No, ¿qué pasó, cómo... cómo yo...?!
El mareo le subió de golpe y salió tambaleándose de la cama y corrió al baño. Se inclinó sobre el lavabo, vomitando sin control. No sabía si era por el embarazo o p