C2- EMBARAZADA.

Mason cerró la puerta de su departamento y de inmediato rodeó a Sara con sus brazos. Ella se hundió en su pecho, temblando todavía por lo vivido en casa de Margaret.

—No me quiere… —murmuró—. Tu madre nunca me aceptará. ¿Qué le voy a decir a mis papás? Tú sabes lo importante que es para mi padre que las familias se conozcan…

Mason la sostuvo con más fuerza, como si pudiera protegerla de todo.

—No me importa lo que piense ella, Sara. Si mi madre no te acepta, entonces no soy un Leclair.

Ella lo miró sorprendida.

—No digas eso, Mason… no puedes perder a tu familia por mi culpa.

Él sonrió, secando una lágrima que corría por su mejilla.

—Ya no eres “culpa”, eres mi vida. Ahora tú eres mi familia. Empezaremos nosotros dos… y pronto seremos más.

Las palabras le arrancaron una sonrisa frágil, pero real, y Mason inclinó el rostro y la besó suavemente.

—Te amo, Sara. Te amo…

Ella le rodeó el cuello con los brazos, y pronto el beso se hizo más profundo. Entre risas ahogadas y re