Sí realmente nunca había existido nada entre ellos, ¿por qué solían verse fuera del burdel? ¿Por qué ahora no me quería revelar nada de ella, cuando poco tiempo atrás la ayudó a quemar mi departamento e incluso se acostó con ella el día de su cumpleaños?
—Ellos... ¿tenían una relación?
—¿Romántica? No, solo de trabajadora sexual y cliente.
Después de haber escuchado el nombre de Katerin salir de los labios del señor Demián esa mañana, estaba muy claro que no había sido así; ellos sí habían mantenido una relación más allá de lo dicho por Liliana. Estaba segura de ello.
Incliné la cabeza sobre el pupitre y exhalé.
—Pero, de entre todas, ella era su favorita.
Ayudarla a quemar mi casa..., tener relaciones con ella en su cumpleaños... y guardar pertenencias suyas en su estudio... Pues sí que había sido su favorita.
—Hola, Livy.
Levanté la vista. Frente a mí se encontraba Cristian, y en una mano sostenía mi mochila.
—¿La tenías? —inquirí impresionada—. Creí que esa noche la había