Capítulo 209
Sergio, Juan y Simón se miraron con nerviosismo, sin atreverse a decir ni una palabra mientras seguían en el elevador. Las puertas estaban casi cerradas cuando, de pronto, Alejandro alargó el brazo.

—¡Alex! —Sergio reaccionó rápido al ver cómo Alejandro se quejaba en voz baja al tener la mano atrapada. Los tres se apresuraron a ayudarlo, preocupados—. ¿Qué necesitas? Podemos resolverlo nosotros.

Con un gesto de la mano, Alejandro se zafó y respiró hondo.

—No es nada —respondió con la voz apagada.

Había sido un impulso. Solo un instante de ansiedad al imaginar que Luciana estaba ahí para una comida, quizás con alguien. Una inquietud que le corroía por dentro, deseando saber la respuesta.

***

En el salón privado del restaurante, Luciana y Fernando estaban sentados frente a frente.

Fernando le sirvió un vaso.

—Es agua de limón con miel. ¿O prefieres leche?

—No, así está bien. —Luciana sostuvo el vaso y bebió despacio.

—Ya pedí la comida —agregó él—. Aunque, si prefieres otra cosa, dímelo.
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App