Capítulo 1467
—No sé bien cómo explicarlo… —Luciana frunció el ceño, con una corazonada difícil de nombrar—. Hay que hablar con Enzo. Creo que Domingo es el problema. ¡Encuéntrenlo y vigílenlo!

—De acuerdo.

Alejandro no preguntó más y fue directo con Enzo.

—¿Luciana lo dijo? —confirmó Enzo.

—Sí.

Los dos hombres intercambiaron una mirada. No sabían el porqué, pero confiaban en Luciana sin condiciones.

—Sus palabras exactas fueron: “Si Domingo está en Toronto, manténganlo vigilado y no lo dejen salir. Si no está, busquen la forma de traerlo de vuelta”.

—Entendido.

Para Enzo, ninguna de las dos tareas era especialmente complicada.

Esa misma noche, llegó la noticia: Domingo no estaba en Toronto. Después de soltarlos a la orilla del río Don, desapareció. Se había ido a Ciudad Muonio. Para hacerlo volver habría que mover algunos hilos y tomaría un poco de tiempo.

A la mañana siguiente, Simón despertó. Juan no se había apartado de su lado ni un segundo. Al ver abrir los ojos a su hermano, no cabía en sí de
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App