Capítulo 1465
Las lesiones externas de Simón no eran graves; seguía en coma porque Daniel Guzmán le había administrado fármacos.

Tras examinarlo, el equipo médico le colocó una vía y le pasó suero.

—Usaron sedantes en exceso y, como las heridas no se atendieron a tiempo, hubo inflamación y fiebre; por eso no despertaba. Ya está todo controlado, pero tardará un poco en recuperar la conciencia. No se desesperen.

Al oírlo, Juan estrelló el puño contra la pared.

—¡Malditos!

Maldito Daniel Guzmán y los suyos. De no haber encontrado a Simón a tiempo, lo habrían dejado morir; y, aun con vida, de despertar quizá ya estaría arruinado. Gente así trata igual a su propia sangre que a quien no les debe nada: sin un gramo de humanidad.

—Cuídenlo bien —Alejandro le dio una palmada en el hombro a su hermano—. Lo demás, cuando Simón despierte.

Juan asintió.

—Esta vez, de verdad fue gracias al señor Anderson.

Sí. Alejandro guardó silencio. Le debía a Enzo, le debía a Luciana. No le alcanzaría la vida para saldar.

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