Luciana revolvió cajones y cajas buscando los álbumes de fotos. La tecnología digital es cosa reciente; en los años mozos de Ricardo, lo común eran los álbumes de papel con negativos revelados.
En el hueco bajo el librero, los encontró.
Tomó uno al azar. En la portada posaban Ricardo y Clara con un niño: la estampa pulcra de una familia de tres… No lo revisó a detalle; lo hojeó y lo cerró.
Intuyó que los álbumes estaban ordenados por años. Se agachó, escarbó hasta el fondo y sacó varios de los más viejos.
Al abrirlos, vio a un Ricardo muy joven, casi adolescente, con uniforme escolar. Había fotos con compañeros y amigos, también con su familia.
A medida que avanzaba páginas, el muchacho iba creciendo.
Luciana hojeaba a vuelo de pájaro.
De pronto, al tercer álbum, se detuvo: en la foto aparecía Lucy.
La primera era una toma grupal, en la escuela; por los uniformes, debía ser preparatoria.
O sea, habían sido compañeros de secundaria.
Luciana frunció el ceño.
¿Entonces sus padres se conoc