Capítulo 77 —Que el mundo te venere
Narrador:
La puerta se cerró tras él con un golpe suave, pero definitivo. Massimo dejó el abrigo sobre la silla, sin mirarlo, como si apenas recordara que lo llevaba puesto. La cabaña estaba cálida, pero su pecho arrastraba un frío que no venía de afuera.
Nadia seguía frente a la estufa, sentada con las piernas cruzadas y la mirada fija en las llamas que danzaban de una manera hipnótica. No fingía estar tranquila. Lo esperaba.
Él se acercó en silencio. No dijo nada al principio. Solo la miró.
—¿Cómo te fue?
Massimo se sentó a su lado. Cerca, muy cerca. Apoyó los codos en las rodillas, entrelazó las manos y respondió sin rodeos:
—Como imaginaba... mal.
Ella respiró hondo, pero no desvió la vista.
—¿Qué fue lo que te dijo?
—Todo lo que ya sabía que iba a decir. Que no eres quien esperaba, que tu historia no es digna, que el hecho de que haya contratado a una mujer para que se hiciera pasar por mi novia, es una deshonra. Que me equivoqué, que la familia