Capítulo 54 —Cobardía
Narrador:
Nadia caminaba a toda prisa, con la vista nublada por la ira y las lágrimas que se negaba a soltar. Su pecho subía y bajaba con violencia, su respiración era errática, su cuerpo aún sentía el eco de lo que Massimo le había hecho bajo aquel árbol. Su piel ardía, su corazón latía en su garganta y su mente era un torbellino de emociones que no podía controlar.
Ni siquiera notó la moto que pasó junto a ella a toda velocidad, agitando apenas el aire a su alrededor. No se detuvo, no miró atrás. Solo siguió caminando, como si pudiera escapar de todo. La moto, en cambio, sí se detuvo. Renato redujo la velocidad unos metros más adelante y miró por el retrovisor. Vio a la mujer alejarse con pasos rápidos y furiosos, y luego levantó la vista y vio a Massimo, que venía mucho más atrás, caminando con la cabeza baja, las manos en los bolsillos y el ceño fruncido.
No necesitó más para entender que algo había pasado.
Renato se acercó a él con una sonrisa amplia, deteni