Capítulo 85 —Boda
Narrador:
La iglesia estaba casi vacía. Los bancos lucían impecables, adornados con detalles mínimos en tonos marfil y verde oliva, tal como Nadia había querido. No había coros, ni flores excesivas, ni invitados desfilando. Solo los pocos que importaban.
Massimo caminaba de un lado al otro, junto al altar. Se pasaba una y otra vez la mano por el cuello, como si la camisa le ahogara, aunque estaba perfectamente entallada. Juan Pablo lo observaba en silencio desde el primer banco, con una calma entrenada.
—Esto es una locura —masculló Massimo —¿Dónde carajo está Luca?
—Va a llegar —dijo Juan Pablo, con voz tranquila.
—Siempre llega tarde. Siempre hace lo que se le antoja. —Volvió a caminar, esta vez con más fuerza en los pasos —Y yo como un idiota confiando en él para esto. Tendría que haberte pedido a ti que fueras mi padrino.
Juan Pablo soltó una risa breve.
—Lo tomaré como un elogio mal formulado. Pero tranquilo, va a aparecer. Luca es así, pero cumple.
Massimo se de