Caminé con ella fuera de las oficinas de Salvatore, supuestamente íbamos a trabajar en casa, pero la verdad no me apetecía llevarla a casa, ella desprendía mala energía. pero necesitaba de ella por el momento, pero apenas se convierta en un estorbo, la voy a mandar a matar.
Vlad estaba fuera del coche esperándonos, Nerea estaba caminando a mi lado, se veía como una mujer muy altanera, ella era todo lo que estaba mal en una mujer.
—Deja de mirarme el culo, yo no suelo tener relaciones con quienes trabajo — me dijo.
Yo me detuve en seco y la detuve.
— Tú no eres mi tipo, soy más de mujeres frágiles e inocentes — le dije.
Ella me dio una de esas risitas burlonas.
— ¿Tú? — me pegunto incrédula.
Yo no respondí nada y seguí caminando.
— ¿Cuáles son tus falencias?— Me preguntó de qué nada.
Yo arrugué el entrecejo, ella se detuvo, se quitó los lentes y me miró.
— ¿Sabes lo que eso significa, no?— me preguntó.
No le respondí nada y me acerqué a Vladislav, él miró a la mujer y sonrió, su rostr