Carla no encontraba las palabras para responderle a su hija. Mi madre tomó la vocería -El día que mi esposo murió, eran alrededor de las 10:00 am cuando me llamaron del hospital diciendo que, se había puesto grave de salud pues su neumonía estaba muy avanzada. Fui de inmediato al hospital y al llegar, tu madre estaba allí.
- ¡Cállate! -Gritó Carla - ¡Veté de mi casa!
- ¡No mamá! Yo la quiero escuchar.
- ¡No hay nada que tengas que saber!
- ¡Claro que sí! De esto no me había enterado y si ella no estuviera aquí, seguramente tu no me habrías contado.
-Lo habría hecho en su momento.
- ¿Cuándo? ¡Cuando muriera! ¿En ese momento me ibas a contar? Muerta, ¡ya para qué!
- ¡No hables así! Te iba a contar, pero este no era el momento.