Marcos avanzaba con paso apresurado por la terminal del aeropuerto, ocultando su ansiedad bajo una máscara de aparente tranquilidad.
Su objetivo era claro: salir del país antes de que lo atraparan. Había tomado precauciones, pagado en efectivo y evitado cámaras en la medida de lo posible, pero algo dentro de él le decía que la suerte no estaba de su lado.
La policía lo estaba buscando así que con ayuda de su amigo y jefe, salió del país sin ser detectado. Llegaría a Brasil al salir del aeropuerto, a casa de una ex novia de cuando era muy joven.
Cuando llega a la terminar del aeropuerto, retira su maleta, mientras siente una presión en la nuca. Una sensación que no podía ignorar. Apenas cruza la primera linea de seguridad, una mujer lo guía hacia un cuarto, allí un grupo de policías lo esperaban junto a un abogado de Gregory. Todo hecho en menos de 74 horas.
—Señor, acompáñenos, por favor —dice uno de los oficiales con voz firme.
—¿Qué sucede?
Marcos intentó fingir desconcierto, pero c