Mundo ficciónIniciar sesiónLa sala de conferencias del piso ejecutivo de Pharmaceuticals BioTecNo había sido convertida en centro de operaciones forenses improvisado. Tres especialistas en seguridad cibernética de la firma más cara de Madrid trabajaban sobre laptops desplegadas en la mesa de caoba, cables serpenteando entre dispositivos como arterias electrónicas.
Javier estaba de pie frente a la ventana que daba a la ciudad dormida, sus manos presionadas contra el cristal frío. No se había movido en veinte minutos, desde que Mónica había confesado. Su reflejo en el vidrio mostraba hombre al borde del colapso.
—Alguien clonó mis credenciales —repitió por quinta vez, su voz ronca por repetición—. Tiene que ser eso. Yo nunca...
—Sabemos —interrumpió Sebastián, escribiendo en tablet nueva que había sacado de su oficina—. Nadie aquí piensa que fuiste t&u







