Mundo ficciónIniciar sesiónLa pantalla del ordenador proyectaba luz azul sobre el rostro de Cassandra. Once y media de la noche. El laboratorio estaba vacío, silencioso excepto por el zumbido constante de los equipos de refrigeración.
Había pasado una semana desde la humillación con Chen Wei. Una semana desde que el inversionista chino la evaluó como ganado mientras Fontaine observaba complacido. Una semana repasando cada segundo de aquella tarde, sintiendo las manos de Chen Wei en su cintura, su aliento comentando sobre fertilidad y genes superiores.
Sus dedos tecleaban mecánicamente. Secuencias de proteínas. Datos de virología. Números que alguna vez significaron pasión, descubrimiento, propósito.
Ahora solo sign







