Mundo ficciónIniciar sesiónTreinta y seis horas secuestrada.
Cassandra había dejado de contar después de las primeras doce. Tiempo perdía significado en habitación sin ventanas, con luz fluorescente que nunca se apagaba.
Manos atadas frente. Pies amarrados a patas de silla. Labio sangrando donde guardia la había golpeado cuando intentó escapar.
Puerta se abrió.
Fontaine entró solo. Traje impecable, como si viniera de reunión de negocios. Que probablemente era exactamente de donde venía.
—Doctora Blackwood. Podemos hacer esto civilizadamente.







