Quebradiza

Con la intención de aprovechar la situación en vez  de sentir pena por mí misma se me ocurrió que sería un buen momento para duplicar la frecuencia de las actualizaciones, primero porque ocupada trabajando los comentarios iban a dejar de reproducirse en mi cabeza como un disco rayado y segundo porque era una buena forma de aprovechar la oportunidad que me estaba dando la plataforma. 

Planificar la frecuencia de las actualizaciones no era algo que se hubiera hecho a la ligera, pues es importante determinar una frecuencia que satisfaga a tu público, pero asegurarte de que puedas ser constante y también de que no se comprometa la calidad del trabajo, así que subir un capítulo nuevo cada semana en vez de hacerlo cada dos como había estado haciendo hasta el momento era un tema importante.  

Muchos de los lectores ni se imaginan todas las horas que es necesario dedicar a un solo panel y si tomamos en cuenta que por lo general cada autor es también responsable de la publicidad, nuestras jornadas diarias terminan siendo de al menos diez horas de lunes a domingo y lamentablemente eso muchas veces ni siquiera nos asegura un salario mínimo, pero confiaba en que si me esforzaba un poco más mientras podía sacarle provecho a la situación llegaría un momento en el que las regalías por lectura serían suficientes para cubrir al menos los gastos básicos y podría sobrevivir con horas de trabajo más razonables. 

Además ahora disponía de un poco de dinero extra que podía invertir en recursos como modelos 3D que me servirían como fondos y aunque no eran baratos me ahorrarían mucho tiempo y me permitirían concentrarme en otros detalles que incrementarían la calidad, así que valdrían la pena.

Me entregué cómo posesa a mi trabajo por un par de días, sin levantarme del escritorio más que para ir a la cocina por algo para comer o al baño y evité a propósito revisar mis notificaciones, pero los comentarios maliciosos me alcanzaron de todas formas. 

Resulta que algunas fanáticas de Leo estaban tan ofendidas ante la posibilidad de que su adorada estrella de rock saliera con alguien que no era convencionalmente hermosa o tan famosa como él que buscaron la manera de asegurarse de hacérmelo saber y llegaron al extremo de comentar en mi propia novela al ver que no había respuesta de mi parte en las redes sociales. 

Suponía que debería estar agradecida al menos en parte, considerando que las lecturas no eran gratuitas y los comentarios, buenos o malos, ayudaban al engagement de mi historieta y los administradores del sitio seguramente estaban estar dándose palmadas de felicitación en la espalda por haberme puesto en el banner principal.

Ellos seguramente se regían por el mismo principio que Karina y estaban celebrando, pero sentía un nudo en la garganta.

Además de no ser lo suficientemente guapa para ser digna de un hombre como èl (lo cuál no podía discutir), me acusaban de aprovecharme de él (lo cuál hasta cierto punto  también era verdad) y de que Leo o su agencia habían pagado por la promoción que me estaba dando la plataforma en su sitio (lo cuál no tenía sentido) o por las vistas de mi historieta (lo cuál era incluso más ridículo).

¿Por qué? Atacarme personalmente sin siquiera conocerme y sin tomarse la molestia de decírmelo a la cara era bastante bajo, pero podía lidiar con mi autoestima raspada, pero ¿por qué tenían que pisotear mi trabajo así?

Tal vez no tuviera derecho a sentirme ofendida cuando empecé el proyecto como parte de  una intriga para llegar a fin de mes y vengarme a mi manera de alguien a quién no veía en casi una década, pero había puesto todo de mí para ofrecerle a mi audiencia un trabajo de la mejor calidad que mis habilidades me permitieran, no escatimé tiempo ni esfuerzo para que mi historia llegara a la mayor cantidad de personas posibles ¿No podían al menos respetar eso?

Para ellas sólo eran algunos caracteres en línea, algo completamente abstracto, pero yo había invertido mucho en la historieta cuya sección de comentarios estaban bombardeando con insultos y mi subsistencia dependía de ella en un sentido muy literal. Sin duda habían llegado demasiado lejos en su intención de arruinarme el día. 

Sabía bien que era una tontería que algo tan poco relevante cómo la opinión de gente que no tenía nada más productivo que hacer con su vida que acosar a una perfecta desconocida en linea arruinara mi estado de ánimo cuando más motivada debería estar en mi trabajo, pero no podía evitar sentir una punzada en mi pecho.

Era consciente de que debía estar compartiendo en mis redes sociales el anuncio sobre la nueva frecuencia de actualización en lugar de estar en mi sofa, viendo el vació mientras trataba de no ahogarme con el nudo en mi garganta. 

No importaba. No debía importarme y aún así sentía cómo si me hubieran arrebatado toda la fuerza del cuerpo, incluso la que necesitaba para levantarme y arrastrarme al escritorio.

Empezó a sonar mi tono de llamada y contesté sólo para detener el molesto sonido.

— Acabo de enterarme de que eres tendencia otra vez y quería saber cómo estabas.

Dijo Leo del otro lado de la linea, sin siquiera tomarse la molestia de saludarme.

— Bueno… de acuerdo con tu manager no hay publicidad mala ¿cierto? Y gracias al engagement mi comic está en todos los tops de popularidad de la plataforma.

Le respondí, tratando de aparentar una entereza que estaba muy lejos de sentir. 

— Sabes bien que eso no fue lo que pregunté, ¿Cómo te sientes?

Esa pregunta, que no podía responder honestamente y que él seguramente había hecho por educación sin que realmente le interesara mi respuesta, me hacía sentir quebradiza en un momento en el que lo que necesitaba era encontrar lo que restaba de mi fuerza, que con suerte estaba escondida en algún lado dentro de mí.

— Definitivamente he estado mejor.

Contesté finalmente, luchando porque no se me quebrara la voz.

— Sigue sin ser una respuesta.

— No sé qué quieres escuchar. Leí lo que escribieron, tus fans son unas pequeñas bullies ¡Qué sorpresa! Y me jode que se hayan metido con mi trabajo en lugar de limitarse a escribir estupideces en sus foros, pero no hay nada que pueda hacer al respecto, así que probablemente debería ignorarlas y seguir trabajando.

— Ya, son gente inmadura sin oficio ni beneficio que olvidó que del otro lado de la pantalla es un ser humano, definitivamente no es el tipo de cosas a las que deberías prestar atención.

— Ya lo sé…

— Pero de nuevo, el problema es justamente que eres un ser humano ¿Verdad? No puedes simplemente apagar tus sentimientos y pretender que sus palabras crueles no te afectan.

Era increíble que me rompiera hablando con Leo, de entre todas las personas, pero su pequeño gesto de  amabilidad, que con toda certeza venía de experiencia propia, era el golpe que necesitaba para terminar de derrumbarme. 

Queen Beetch

¡Hola de nuevo gente adorable! De nuevo quise dedicar unas palabras a agradecerles su apoyo en nombre de Leo y Renata y compartirles otro dato sobre la inspiración de esta historia, a modo de un pequeño chisme. La inspiración para la escena principal vino de algo que escribí hace mucho tiempo después de haber tenido la oportunidad de ver en vivo a Kai de EXO en una presentación con SuperM, me impactó mucho su habilidad para hacerte sentir que sus gestos iban dirigidos a ti en concreto cuando en realidad él difícilmente podría distinguir un rostro entre la multitud, lo cuál es un testimonio de su increíble talento para las presentaciones.

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