Persistencia

No tardé mucho en comprobar que Leo tenía razón.

La mayoría de las imágenes que los fans o paparazzis tomaron eran close ups de mi rostro, lo cuál tal vez no me hubiera molestado de no ser porque eran terriblemente poco favorecedoras. 

Creía que me había hecho a la idea hacía mucho tiempo de que la belleza física no era la mejor de mis cualidades y ese no era el fin del mundo, podía lograr lo que me proponía valiéndome de mis otras cualidades, cómo mi creatividad o mi disposición para dejarme el pellejo trabajando por mis metas,  por ejemplo… el problema era que ese día, justamente considerando que iba a ser fotografiada, me esforcé en mi maquillaje y pasé horas eligiendo mi ropa para verme lo mejor posible, pero la cámara no había considerado mi esfuerzo en lo absoluto.

No me consideraba una persona particularmente vanidosa o insegura, pero no podía evitar despreciar a la chica flacucha, poco agraciada y con mala complexión que estaba viendo en la pantalla de mi celular, en especial cuando en contraste el hombre frente a ella podía hacer que los ángeles de Botticelli le tuvieran envidia. 

Y como si necesitara que me confirmaran lo que veían mis propios ojos, resulta que las fans de Leo concordaban conmigo en que la posibilidad de que dos personas tan distintas fueran pareja era ridícula. 

Por suerte ninguna sugirió que una relación así debía ser falsa, pero sin duda estaban indignadas porque una mujer como yo saliera con su ídolo.

Bueno, el daño a mi autoestima ya estaba hecho, pero decidí dejar de leer los comentarios antes de terminar sintiéndome insegura incluso por defectos que ni siquiera había notado antes, como el que aparentemente mis dientes eran demasiado pequeños. 

Me terminé el resto de mi sopa instantánea y arrojé el vaso de unicel a la basura para irme a trabajar.

Dudaba mucho que mi estado de ánimo fuera a mejorar en todo el día, pero necesitaba hacer el esfuerzo por concentrarme en los paneles que me hacían falta terminar para el último capítulo o no habría actualización esa semana. 

Me puse los audífonos para reproducir a todo volumen la playlist que usaba para motivarme cuando no sentía muchas ganas de trabajar sin molestar a los vecinos y apenas estaba empezando a agarrar un ritmo de trabajo, cuando vi la notificación de un nuevo correo del equipo del sitio en el que publicaba la historieta.

Era básicamente un correo automático para informarme de un cambio relacionado con “Nuestra canción de amor” y para variar se trataba de algo bueno.

El equipo de marketing había decidido darle promoción en el banner de la página de inicio y también mencionarla en el top de historias destacadas. 

Tal vez no era demasiado, después de todo se trataba sólo de un espacio en la página web y no de un espectacular o un comercial, pero significaba que la plataforma creía en mi trabajo y era la primera vez que tenía ese privilegio.

Además esa decisión de su parte iba a ser una gran diferencia en el número de lectores, ya que por la forma en la que estaba diseñado el algoritmo de la página muchas historietas, algunas de ellas excelentes, se quedaban enterradas para siempre al fondo de las listas, mientras los usuarios hacían click en lo primero que les llamaba la atención y nunca llegaban ni siquiera a enterarse de su existencia.

Ese había sido el destino de mis primeras obras, que acabaron relegadas por completo, así que debo admitir que estaba emocionada de haber logrado salir del anonimato, aunque algunos podrían decir que no lo hice de la manera honesta.

Fui a preparar mi cuarto café del día, ahora con un motivo para aplicarme en el trabajo y ser productiva.

Fue extraño cómo la notificación llegó en el momento correcto, no sólo para distraerme de todos los pensamientos fastidiosos que tenía en la cabeza desde que leí los comentarios, si no para recordarme que no estaba en este teatro para complacer a sus fanáticas o convertirme en una celebridad, lo estaba haciendo para que me colocara en el punto de partida para lograr mi sueño. 

¿Y qué si no me aprobaban o creían que no era lo suficientemente guapa para èl? No una figura pública como Leo y ni siquiera era su novia en la vida real, así que era una tontería que permitiera que su opinión me afectara.

Tenía un sueño, claro que estaría lo suficientemente agradecida con la vida si conseguía mantenerme dedicándome a lo que amaba hacer, a algo que haría incluso gratis si pudiera, pero siempre había sido demasiado ambiciosa para mi propio bien y soñaba con que algún día uno de mis proyectos se animara y pudiera ver a mis personajes en todos lados, cómo había sucedido con mis series favoritas de la infancia que me inspiraron para aprender a dibujar en primer lugar. 

Nunca había sido fanática de las técnicas de manifestación y cosas por el estilo, ya que me parecía más practico hacer que las cosas pasaran en vez de pedírselas al universo, pero en momentos como ese, en los que algo me robaba la motivación, si que me ayudaba cerrar los ojos unos segundos para imaginar niños llevando a la escuela libretas con la imagen de mis personajes en la pasta o chicas con llaveros adorables de su imagen colgando de  sus bolsas, o un poster con la portada de “Nuestra canción de amor” en su cuarto…

El timbre de llamada de mi celular me sacó abruptamente de mi ensoñación. 

— Renata, querida ¿Cómo estás? 

Me saludó Karina, exultante.

— Bien, bien ¿Y tú?

— ¡No se podría estar mejor! De hecho llamaba para felicitarte por volverte trending topic, imagino que estás emocionada.

Bueno, si que sería algo bueno, si lo que se estuvieran diciendo de mí no fuera tan malintencionado, pero seguro para ella, acostumbrada a sortear las aguas peligrosas de la industria del entretenimiento, seguro publicidad era publicidad y punto.

— Más bien abrumada, si te soy sincera.

— Oh Cariño, esto es sólo el comienzo, ya verás que la popularidad va a crecer como una bola de nieve. 

— Siempre y cuando no se me venga encima como una avalancha…

— Vas a acostumbrarte, ya lo verás. 

No estaba segura de que llegara a acostumbrarme, pero tenía que sobrellevarlo de una forma u otra, porque tenía un sueño y por èl soportaría a Leo, soportaría a sus fans e incluso a su manager si hacía falta. 

Queen Beetch

¡Hola Gente adorable! Quería agradecerles de nuevo por seguir apoyando a Renata y Leo. También pensé que sería interesante compartirles en esta sección un dato curioso sobre la historia: Una de las inspiraciones para esta historia viene de un K-drama en el que el interés amoroso que es un cantante famoso se ve obligado a fingir una relación con una actriz que está enamorada de él a cambio de que mantenga la identidad de la protagonista en secreto, me pareció que su perspectiva de la historia podía ser interesante y pasó a ser parte de lo conformó a Renata.

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