— Me siento tan estúpida por sentirme así…
Admití con una lágrima rodando por mis mejillas.
— No es culpa tuya, la mayoría de los comentarios fueron escritos justamente con la intención de lastimar.
— ¿Por qué harían algo así? Bola de imbéciles…
— Por qué son gente patética con vidas patéticas que creen que lo que hagan en internet no tiene consecuencias porque no se puede tocar. Muchos de ellos son sólo adolescentes inmaduros y estúpidos, no necesariamente malvados, pero eso no ayuda mucho a aliviar el golpe, me temo.
— Ayuda un poco, pero igual les daría una bofetada si las viera en la vida real.
— Estoy seguro de que eso sería efectivo para levantarte el ánimo, pero a menos que conozcas a alguien que pueda rastrearlas o las doxen hay otras alternativas.
— Me imagino que te has estado en mis zapatos al menos un par de veces ¿No?
— Mi baterista siempre se queja de que el internet y los reporteros son menos duros con nosotros que con las mujeres, pero sí, aún así he tenido un par de malas experiencias y creo que tengo una idea de cómo te sientes.
— ¿Ah sí? ¿y cómo es eso? Hay quienes nos consideran escritores, pero me cuesta ponerlo en palabras.
— De hecho … ¿Cómo explicarlo? Yo me sentía completamente indefenso, cómo si estuviera rodeado de enemigos invisibles y no pudiera defenderme ni saber de dónde iba a llegar el siguiente golpe, también impotencia porque no estaba acostumbrado a ser difamado sin derecho de replica.
— Para mí es algo así como si todo el mundo estuviera diciéndome que esa vocesita malvada que escuchas dentro de tu cabeza en los días malos tenía razón.
— Excepto que ese grupito problemático no es todo el mundo, ni siquiera es la mayoría de mis fans, sólo son las más escandalosas y hacer mucho ruido no hace que tengan razón y la voz dentro de tu cabeza tampoco.
— Voy a tener que repetirlo un millon de veces hasta que me lo crea.
— A veces ayuda escuchar a alguien más decirlo, dime si necesitas que yo te lo diga de nuevo.
— Gracias.
Murmuré con la voz quebrada y toda la sinceridad de la que era capaz mi alma en uno de sus momentos más vulnerables.
Leo no respondió, pero tampoco colgó el teléfono y sentí la necesidad de llenar el silencio antes de que terminara la llamada.
— ¿Y qué haces en esos momentos? ¿Cómo le haces para sentirte mejor? Usualmente trato de ponerme a trabajar como loca, pero hoy no siento que tenga la energía para hacerlo, aunque técnicamente la única parte de mi cuerpo que tengo que mover es mi mano.
— Ambos sabemos que crear algo de la nada implica mucho más que eso. ¿Cuando fue la ultima vez que tomaste un descanso? Uno de verdad, en el que hayas dedicado tiempo a hacer algo sólo para divertirte.
— No estoy segura, no me acuerdo.
La verdad era que desde que había dejado al oficina me sentía casi culpable cada que hacía algo que no era necesario para mi supervivencia o relacionado con mi trabajo. Además rara vez tenía dinero para salir.
— Entonces empieza por ahí, ve a comer con tus amigas, sal a caminar, ve al cine o por un trago.
— Me encantaría, pero estoy por anunciar que voy a empezar a actualizar cada semana en vez de cada dos, así que…
— No estoy diciendo que te dediques a holgazanear indefinidamente, sólo dedicale un par de horas a algo que te guste y tu trabajo te lo va a agradecer después, créeme, lo aprendí a la mala.
— Ok, te haré caso. No creo que sea buena idea mostrar mi cara en público ahora mismo, así que me voy a limitar a hacer palomitas de microondas y ver algo en la plataforma de streaming.
— Lo que sea que te haga olvidarte de todo por unos minutos.
Ese era el plan, distraerse un rato con una película o con vídeos tontos de tiktok por un rato y con suerte cuando terminara me sentiría más ligera, sin el peso de esas palabras sobre mí, y podría moverme al menos lo suficiente para volver a hacer mi trabajo.
Elegí una de las primeras opciones en el género de comedia, pues pensé que reír un poco me vendría bien y me desparramé en el sofá, pero me quedé dormida unos minutos después.
En principio una siesta no era una mala idea, pero estaba tan exhausta que desperté al día siguiente cuando Karina me llamó de nuevo.
— Hola Cariño, buenos días.
— Buenos días.
Respondí, completamente desorientada.
— Hablaba para discutir contigo los planes del equipo de marketing para la siguiente cita.
— ¿Siguiente cita? Para serte franca no creo que sea una buena idea ahora mismo.
— ¿Por qué lo dices Cariño? ¿Te preocupan los rumores?
Era evidente que a ella no, porque a la que estaban linchando virtualmente era a mí.
— Sólo creo que tal vez sería mejor dejar que las cosas se calmen un poco.
— ¿Sabes algo linda? Tal vez sea joven, pero llevo años manejando este tipo de situaciones y en mi experiencia es mejor golpear el hierro mientras está caliente. ¿Qué mejor manera de refutar los comentarios que demostrarle a todos lo enamorados que están y lo feliz que es Leo a tu lado?
Era extraño como a veces hablaba como si se creyera nuestra propia mentira, pero la verdad era que no sería sencillo mostrarle al mundo lo que Karina quería que vieran porque no podía estar más lejos de la realidad.
Había sido una sorpresa que Leo hubiera tenido un gesto casi amable conmigo cuando estaba pasando por un momento complicado, pero no tenía ninguna razón para esperar que la buena voluntad durara hasta nuestra siguiente “cita”.
— No lo sé… no estoy segura de que seamos tan convincentes.
— Oh vamos Cariño, no se necesita mucho esfuerzo para convencer a la gente de lo que quieren creer. Sólo necesitas hacer acto de presencia y sonreír ¿Qué difícil puede ser? Especialmente considerando que tu compañero es Leo, vamos a ser honestas ¿Qué chica no quisiera llevarlo del brazo para presumirlo cómo si fuera un bolso de diseñador? Y ¿Quién sabe? Si las cosas salen bien tal vez incluso consigas un beso.
Bien, Leo podía ser agradable a la vista, pero nuestra relación era mucho más complicada que eso.
— Yo sé que Leo es bien parecido, entiendo la forma en la que cualquier otra chica reaccionaría en mi lugar, pero digamos que él y yo tenemos cierta historia y no es precisamente romántica.
No iba a darle detalles acerca de mis malas experiencias en la escuela, pero era un hecho que por más que nos conviniera a ambos ser civilizados dadas las circunstancias, el pasado no iba a desaparecer de pronto.
Además claro de que había prometido no interferir aún más con la relación entre él y Sofía y eso, por supuesto, implicaba que no habría besos.
— De acuerdo, de acuerdo, no hay problema, creo que puedo ofrecerte otra motivación. Nuestro equipo de marketing está tan satisfecho con cómo se han dado las cosas que me aprobaron un presupuesto para dártelo como compensación.
¿Compensación? Ni en mis más locos sueños se me habría ocurrido que me iban a pagar por ser la novia falsa de alguien y mucho menos que ese alguien iba a ser Leo.
— ¿Estás hablando en serio?
— Claro que sí, no habrá contrato obviamente, pero puedes estar segura de que vas a recibir tu compensación puntualmente en tu cuenta, sólo necesitamos que nos confirmes la información del banco al que quieres que te la enviemos.
Me quedé muda durante unos segundos pero al final decidí aceptar. Estaba segura de que no me darían un sólo centavo que no me hubiera ganado y el orgullo no me iba a dar de comer si las cosas no salían como esperaba.
— Bien, te mandó la información por correo electrónico en un momento.
— Genial. Oye, yo sé que mi cliente es Leo, pero cómo todos estamos en el mismo barco voy a darte un pequeño consejo: La gente sólo te va a tratar como una estrella si creen que te ves cómo una ¿Me explico? Si yo fuera tú invertiría una parte de ese dinero en un guardarropa que fuera mejor con la forma en la que quiero que el público me perciba ¿Entiendes? Tal vez una cita en un buen salón de belleza te ayude a sentirte más segura.
Oh vaya. Al parecer Karina estaba de acuerdo con las fans de Poisonous Cherry.
Era demasiado tarde para echarme atrás, pero empezaba a sospechar que la “compensación” no bastaría para cubrir todo lo que esta farsa me estaba costando.
¡Hola gente adorable! El dato curioso de hoy es que soy fanática de las novelas gráficas y el manga, también me encanta la estética del manhwa coreano, pero desafortunadamente no sé dibujar. Para documentarme para esta novela he visto un montón de vlogs de autores de webcomic en los que hablan de su proceso creativo y su día a día. Es muy interesante aunque envidie su talento un poco. Como siempre, mil gracias por el apoyo y nos leemos luego.