Después de la sesión grupal, Valeria se quedó a acompañarme mientras esperaba a Leo, quien se había ofrecido a llevarme a casa una vez terminado su trabajo.
— Ven acá, Bestie.
Me indicó mientras enfocaba la cámara trasera de su celular.
— No estoy segura de que a Karina le agrade que publique fotos con ustedes.
La vi hacer una mueca con los labios.
— Bueno, si no le da permiso a Leo está bien, pero yo no pienso pedírselo y tú ni siquiera eres su cliente, así que…
No pude evitar sonreír. Así que por eso era la “difícil de tratar del grupo”
Sacó la lengua y frunció la nariz para una de las fotos y yo la imité.
Parecía importarle muy poco que apenas llevara maquillaje y ninguna de las dos tuvieramos el cabello perfecto.
Leo se nos acerc&oa