~Dominic~
El sanador sigue viendo mi cuerpo, analizando mi sangre, esperando a que los resultados sean diferentes de las últimas veces.
Mi madre se mantiene al final de la habitación junto con Jarel; no muestra emociones, pero eso no quiere decir que su interior no sea un caos.
—Los resultados no son buenos, Alfa. La sangre sigue mostrando lo mismo; nada ha cambiado desde la última vez.
Guarda todo en el maletín con movimientos controlados, su rostro sereno y sin emociones; sin embargo, el temblor de las manos habla por sí solo.
Tiene miedo de que vuelva a enrollar mis manos en su cuello, clavando mis garras en él. Eso es lo que ha pasado cuando mi desesperación ha tocado puntos críticos.
—¿Algo que se pueda hacer?
—Nada, mi Luna. Ya se han usado todos los tratamientos posibles. Su cuerpo simplemente fue dañado a un grado casi imposible de curar; le tomará tiempo a él y a su lobo.
Mi lobo.
Una mancha oscura en el fondo de mi mente que apenas se mueve, solo para hacerme saber que sigue