—¡Buena actuación!
Pensó Lorena, mientras observaba a César con odio.
Sucursal del grupo financiero Runpex.
César fue a inspeccionar las oficinas y forzó a Lorena a acompañarlo.
Lorena, con tacones altos y un maletín en la mano, como una secretaria, se quedaba detrás de César, escuchando cómo él conversaba con el gerente general de la sucursal.
Recorrieron varios departamentos importantes y Lorena no dejó de seguirlo durante todo el recorrido.
Finalmente, al mediodía, la inspección terminó.
Tras el almuerzo, César debía asistir a una reunión por la tarde.
Lorena finalmente tenía ahora un tiempito para un respiro. Estos días no había usado tacones, y después de caminar todo el día, tenía un dolor horrible en los pies.
Se sentó en el sofá de la sala de descanso y comenzó a relajarse un poco. Al ver que en la mesa había algunos bocadillos para los invitados, los agarró y comenzó a comer. Luego, preparó una taza de café para tomar.
El almuerzo había sido organizado por el gerente general d