Capítulo 39
Lorena no podía evitar sentirse extraña. ¿Dónde aprendió ese niño esas palabras y esa actitud?

Al ver que él no le iba a dar su maleta, decidió dejar que le hiciera el favor.

Al salir del aeropuerto.

—¿Dónde te quedas?

—En el Hotel Aurora.

Lorena quedó atónita. ¿No era ese el hotel que el contacto de la alcaldía de Chatelet había reservado para ella?

Había pensado aprovechar esa oportunidad para evadir a Adrián, pero parecía que tendrían que ir por el mismo camino.

Ambos fueron en el mismo taxi hasta el hotel.

Ya en su habitación, Lorena comenzó a ordenar sus cosas y a preparar lo que había llevado.

En ese momento, el timbre de la puerta sonó una y otra, y otra vez.

Lorena corrió a abrir.

—¿Quién es?

—Doña Lorena, ¿tu celular está sin batería? —Adrián estaba apoyado contra la pared, viéndose algo frustrado.

—¿Mi celular? —Lorena revisó su bolso y encontró el teléfono.

—Se me olvidó quitar el modo avión. ¿Qué ocurrió?

Adrián señaló la hora en su reloj.

—Doña Lore, ya es hora de cenar.
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