Capítulo 31
Justo vio a César empujar la puerta y entrar a la habitación del hospital.

Lorena no comprendía la situación, lo miró y dijo fríamente:

—¿Qué haces aquí?

César la miró de reojo, como si estuviera viendo a alguien que le cae mal:

—De la universidad llamaron, dijeron que te habías lastimado.

Al terminar, lanzó la bolsa que llevaba en la mano sobre la cama.

Lorena recordó entonces que, como había perdido la memoria y no tenía familia, al ingresar, había puesto entonces a César como su contacto de emergencia.

Se acercó a la cama, tomó la bolsa de medicamentos, e incómodamente dijo:

—Muchas gracias.

César se sorprendió. ¿Ella dándole las gracias?

¿Mientras hace unos días parecía querer golpearlo?

—¿Dónde está Adrián? ¿Por qué no vino al hospital? —preguntó César, tratando de actuar casual y despreocupado, como si estuviera charlando con un amigo.

—No es asunto tuyo, ¿no crees? —respondió Lorena, molesta, mientras miraba su cara en un pequeño espejo del hospital.

Por suerte, su cara no estab
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