Aeropuerto.
Celeste tomó las manos de Lorena y Marina, las unió y, con tono serio, dijo:
—Marina, cuida bien de Lorena.
Marina asintió con fuerza,
—Tranquila, mamá, eso voy a hacer.
Lorena se quedó sorprendida y confundida, pero no tuvo oportunidad de preguntar a Marina hasta que Celeste y Álvaro subieron al avión.
Marina movió la mano y dijo:
—No preguntes, si preguntas es porque es destino, mi mamá cree que tenemos una conexión.
Al mediodía, fueron con Marina a una pequeña tienda en Plaza Uni. Por la tarde, fueron al centro comercial y compraron algunas cosas que les gustaban.
Marina estaba muy feliz y compró bastante, ya que su mamá le dio bastante dinero antes de irse.
Todo el día se divirtieron mucho, lo único incómodo fue tener dos guardaespaldas siguiéndolas, pero no podían dejar que estuvieran ahí en vano, así que les pidieron que ayudaran a cargar las bolsas.
La mano de obra no se debía desaprovechar, especialmente si ellas no la pagaban.
La pasaron bien con Marina hasta antes