El grupo llego a la mansión, alegre y con las energías renovadas el fin de semana aunque fue relativamente corto había sido una experiencia inolvidable para todos, luego de ir a sus habitaciones para asearse y cambiarse de ropa se reunieron nuevamente para cenar, al terminar pasaron a la sala donde compartieron algunas anécdotas haciendo reír a Madi.
Era impresionante verla reír, la chica de mirada triste que había llegado hace unos días con Nicolás ahora sonreía ante las ocurrencias de Alessa, Leo y Charly con un brillo especial en los ojos, mientras Nicolás disfrutaba arrullando y jugando con el pequeño Marcos en sus brazos e intercambiaba una que otra silenciosa con Madison.
Sin embargo, al llegar el lunes, el ambiente tomó otro rumbo. Madison y Nicolás debían regresar a Nueva York, e Isabella, Francesco y el pequeño Marco tenían que viajar a Suiza para tratar de encontrar a Tomás, dejando a la familia para encarar su apretada agenda.
Esa mañana, mientras el sol apenas despuntaba,