Keili despertaba once en punto de la mañana, la habitación permanecía con las cortinas cerradas. Escuchó algo de ruido en la cocina y pudo percibir un rico olor a café, eso daba a entender que Armand no se había marchado.
Se colocó la bata para ir directo por el desayuno.
-Buen día Armand veo que estás al día con todo…pensé que te habías marchado-.
-Desperté, regué las plantas y decidí hacer el desayuno-. Armand le acercaba el café para colocar todo en el comedor, en aquel instante su teléfono repicaba -Keili puedes responder por favor-. Armand entraba en la cocina para apagar la leche y traer el azúcar junto a la crema.
Tomaba la llamada -Buenos días-. Hizo señal que nadie hablaba al otro lado de la línea.
-Si…buenos días, por favor me puede comunicar con el…-.
-Buenos días ¿Y quién es usted? Debo suponer que tiene nombre, yo soy Keili su esposa…ahora dígame ¿Quién es usted? -.
-Soy una clienta del señor Armand, muchas gracias le llamaré después cuando él pueda atenderme-.
-Qué mujer