El señor W subía las escaleras mientras que su asistente le enseñaba varios documentos donde su firma era necesaria.
-Señor me informan que la señora Lei está en su oficina. ¿Quiere que le digamos que no puede recibirla? -.
-No, la atenderé, por favor que nadie me interrumpa-.
-Señor-.
El señor W, se giraba.
- ¿Y si viene su hija? Que debemos hacer-. El joven esperaba las ordenes.
-No le permitas ingresar, dile que estoy con unos inversionistas, si se atreve a ingresar sin mi consentimiento. cortaré todas sus tarjetas…siempre funciona-.
-Si señor-. El joven daba la orden al personal no interrumpir.
Lei miraba el cuadro en la pared, la mesa del centro en una exquisita madera tallada, los sillones verdes a juego con la alfombra, dos hermosos jarrones con orquídeas eran el centro de atención, una gran lampara en forma de árbol daba al lugar aquel toque de elegancia.
-Lo siento por no anunciarte mi visita, pero tenemos que hablar-.
-Lei…Te expones al venir aquí, podrían llegar a vernos, s