Fingiendo Debilidad
Ubicación: Bodega abandonada en las afueras de Londres. 04:38 a.m.
La humedad del concreto se sentía en cada centímetro del aire. Una lámpara solitaria colgaba del techo, oscilando suavemente, proyectando sombras en los muros oxidados. El olor a óxido, combustible y encierro impregnaba todo. En el centro, sentada en una silla metálica con las manos atadas al respaldo, estaba Helena.
Su vestido claro estaba manchado de tierra y un hilo de sangre seca marcaba su mejilla, donde uno de los matones había sido más brusco de lo necesario. Su respiración era pausada, medida, aunque en su interior cada célula de su cuerpo estaba en tensión, alerta, evaluando.
Los pasos resonaron antes de que la figura de Victor Galliani apareciera. Impecable, con su abrigo largo, como si acabara de salir de una ópera y no de un acto criminal.
- Vaya, vaya... La famosa abogada Helena Thorne. - Su voz era aterciopelada, burlona, impregnada de esa arrogancia cultivada con años de impunidad - N