Sonia
Época actual
—Se fueron, se fueron, ¿por qué demonios se fueron? —me quejé con Alessandro mientras caminaba de un lado a otro y hablaba por teléfono.
—Tranquila, mia principessa. Seguramente debe haber una explicación —me tranquilizó él—. No podemos rendirnos.
—Andrei irá tras ellos —sollocé, dejándome caer en el sofá—. ¿Y ahora qué?
—Ahora, mi amor, vamos a seguir fingiendo que no pasa nada y nos iremos hoy mismo. Tengo los pasaportes listos, no debes temer.
Respiré hondo y sentí mis entrañas contraerse por el miedo. Andrei sonaba tranquilo al hablar conmigo por teléfono, pero algo me decía que, si no actuábamos pronto, descubriría nuestro secreto.
—¿Sabes lo que pienso, amore? Creo que se fueron para que él los persiga y nos dé tiempo de escapar. —Suspiró Alessandro.
—Pues hicieron muy mal, muy mal. Esto no era lo que habíamos acordado —gruñí—. Acaban de arruinar un plan perfecto.
Mi prometido no me respondió, lo que aceleró aún más mi corazón.
—Tienes razón, mi vida —d