C248: Mi obra de arte.

Reinhardt miró Zaid con el rostro sombrío.

—¿De qué estás hablando? —logró articular, incrédulo.

Jordan había estado ahí en todo momento, desde que Reinhardt entró al pasillo y vio a Zaid allí sosteniendo el cuello de alguien. Sin embargo, ¿por qué no la había reconocido al verla?

Reinhardt frunció el ceño, mirando la figura que Zaid sujetaba por el cuello, esa figura delgada, encorvada, cubierta de heridas. De espaldas, el cuerpo parecía apenas humano. El torso estaba desnudo y la espalda desgarrada con la carne abierta como si hubieran arrancado trozos de una manera salvaje. Era una masa deforme de piel lacerada, costras negras, sangre reseca y carne viva aún supurando. El pelo corto caía a los lados en hebras grasientas, pegadas al rostro, a sus orejas, a su nuca, convirtiéndose en un nido de suciedad y abandono. No era más que un despojo humano.

Y en ese instante, Reinhardt entendió.

Por eso no la reconoció, porque esa espalda hecha ruinas, esa figura marchita, no podía pertenecer
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
capítulo anteriorpróximo capítulo
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App