Capítulo extra 4: Raices.
Amelie comenzó a llenar el mundo de Emiliano de caos y risas. Los desayunos eran una mezcla de cereal derramado, pan con demasiada mantequilla y una taza de café olvidada sobre la mesa mientras él intentaba peinarle el cabello “con resultados desastrosos” Las noches terminaban con cuentos improvisados y canciones que su madre le enseñó, las mismas que Bianca alguna vez cantó sin que él lo supiera.
Pero en ese desorden, Emiliano encontró sentido. Vida. Propósito.
Pero aunque ambos disfrutaban de esos momentos maravillosos, Emiliano decidió que era momento de presentarla a la familia, por lo tanto invitó a sus padres, los cuales al enterarse de todo se llenaron de gran emoción y no esperaron mucho tiempo para ir a ese gran encuentro.
Los padres de Emiliano llegaron temprano. Su madre, Susana, llevaba en brazos un vestido nuevo para Amelie, envuelto con lazos y corazones. Su padre, Leandro, cargaba una caja de crayones, lápices y un pequeño caballete. Detrás de ellos, el hermano de Emili