Nada mas

—Esto…

—Ven, vayamos entonces — aceptó el joven y la tomó de la mano, tomaron el elevador al primer piso y el chico no la soltó de la mano, logrando mantenerla con un sonrojo.

—S-supongo que tarde o temprano, las tendremos que ver… - mencionó intentando convencerse.

Le había marcado a su amiga, pero nunca respondió, odiaba la manía de Alma de mantener su móvil sin sonido… y a Melissa, bueno, ella era peor, de ella no tenía número.

—Ah mira, allá están Mikey y la pelirroja — Mencionó el joven apenas al salir del elevador, al fijar su vista al frente.

Regina vio más tranquila que era cierto, Melissa y su acompañante estaban en una de las mesas de un restaurante.

—Entonces vamos por el helado… pediré uno de café ¿y tú? – le cuestionó y avanzó.

—Yo … ah … - decía, pero se calló al sentir un tirón.

—A ella no le gusta el helado — la voz cortante de Giovanni la asustó más que su presencia.

—¿Y tú qué sabes? – Cuestionó el joven al encararlo.

Había soltado a Regina cuando ella frenó repentin
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