En mis sueños, por alguna extraña razón me veo en un gran escenario donde todo a mi alrededor está oscuro, solo la luz del reflector me ilumina señalando el gran escenario de una vida que parece distante.
Esta vez aparece frente a mí la antigua habitación del departamento #66, el lugar en el que compartí una vida con Sarah Bingley.
Volteo a mi alrededor confundida y temblorosa.
CLAP, CLAP
Una sombra desde el público aplaude y exclama que continúe el espectáculo.
Aunque quiero gritarle que es suficiente, de inmediato chasquea los dedos y aparecen frente a mí una computadora y un escritorio. Antes era una marioneta intentando alejarme de sus hilos, como si fuera poseída me vuelvo de carne y hueso. Las palabras salen por mi boca de manera natural mientras vuelvo a interpretarme a mí misma en un pasado olvidado.
— ¿Por qué no hay nada escrito sobre ayer?
Volví a olvidar. Nuevamente había muerto otra Cadence, solo que esta vez no puedo saber si aquello fue importante o no pues no hay entrada alguna que pueda guiarme en mi diario.
Cadence del pasado murió sin dejarme ninguna pista.
Salgo y vuelvo a abrir la carpeta varias veces, tengo la esperanza de que aparezca un archivo con la fecha de ayer en cualquier momento. Es inútil.
Ahora más que nunca desearía haberlo hecho, él me ve con más odio que nunca, me vomité sobre su preciado automóvil. Sarah habla de un tal sugar Daddy y mi mente está más confundida que nunca.
¿Qué sucedió anoche? Por más que golpeo mi cabeza contra el escritorio no hay nada más. Además, tengo una suma en números negativos demasiado grande en mi aplicación bancaria. Pedí un préstamo y ni siquiera recuerdo cuando fue.
Reviso cada entrada de los diarios anteriores y finalmente puedo entender un poco el gran lío en el que me metí. No puedo creer que haya caído en otra trampa de ese hombre que se hace llamar mi padre cuando le conviene. Aunque falta información y los fragmentos son vagos es sencillo unir las piezas y descubrir la estupidez que hice.
Todo lo que había ahorrado para regresar a la universidad desapareció. Incluso parece que este mes tendré dificultades para pagar el adeudo por los gastos funerarios. Emito un gran grito que se funde en un gruñido
Le prometí a Sarah que no me involucraría con ese mitómano, le juré que me alejaría y jamás creería en sus palabras ¡Rompí mi promesa!
Si Sarah se entera de esto se enfadará conmigo, esos números en negativo son los clavos del ataúd bajo el gran epitafio “Aquí yace una amistad muerta”
¡No, esto no puede quedar así! ¡Voy a encararlo, le diré que es un maldito desgraciado!
***
La casa de mi abuela… ¿Fue embargada?
Muerdo mi labio hasta sentir el sabor metálico y aprieto el puño con fuerza. Decir que siento rabia se quedaría corto con la cantidad de emociones que se han agolpado en una ola de impotencia y decepción.
"Si quieres de vuelta la casa de Marigold debes estar dispuesta a ciertos sacrificios, Candy"
Fueron sus palabras. Ver la casa de mi abuela me trae bellos recuerdos, es lo último que me queda de ella, no quiero que se pierda por alguien que no sepa apreciar el valor de este lugar.
He tomado mi desición.
No es necesario tocar la puerta pues alguien ya la ha abierto en cuanto escuchó mis pasos. Me asomo por el marco de la puerta y veo sus zapatos primero, luego sus piernas, su saco, lleva un traje formal muy elegante. Parece ser joven a diferencia del viejo horrible que me imaginaba que sería, sin embargo en cuanto veo su rostro, siento escalofríos.
No solo siento que todo en mi interior enciende una alarma de peligro, ese hombre es... El mismo que llevó mi padre para firmar los papeles de la casa.
El señor Eardwulf tenía razón, un estímulo lo suficientemente poderoso puede detonar una gran cadena de recuerdos. Por fin he vuelto a vivir pero desearía estar bajo tierra y que todos estos recuerdos permanezcan perdidos.
Harvey Collins es algo repugnante que nunca hubiera deseado recordar.
***
Por la noche llego al departamento, al cerrar la puerta detrás de mí me siento repulsiva.
Veo en el pasillo mi reflejo en el espejo cerca del sillón, la mujer que me mira está perdida y sus ojos están muertos en vida.
Abrazo el candelabro, me negué a darle mi virginidad y me ofreció llevarme lo que quisiera a cambio de un acto que espero olvidar mañana.
Abuela, recuperé algo que es muy importante para ti. No es mucho ni es tan valioso para otros sin embargo es tu mayor tesoro.
Sintiendo nauseas corro al baño y vomito hasta dolerme el estómago. No es suficiente, el sabor aun persiste en mi boca, aún puedo ver ese fluido desagradable caer por la comisura de mis labios. Tallo mi boca sin poder alejar ese asqueroso recuerdo. Corro a la cocina y abro el cajón, busco entre los cubiertos hasta encontrar aquello que podrá liberarme del tormento, tomo el más grande y su brillo contrasta con el de mi muñeca.
BRRR, BRRR
Mi teléfono vibra en el suelo y por un breve instante puedo regresar a la vida.
Es el señor Eardwulf.
[Mañana ven a mi oficina]
En mi diario Cady del pasado advirtió que no debo dejarme envolver por él. Debería hacerle caso sin embargo su mensaje me recuerda que tengo una deuda pendiente.
En lugar de recurrir a un cuchillo me he duchado en agua helada, he tallado mi cuerpo con un estropajo.
No importa cuánto tallo, sigo sucia, su horrible olor a tabaco quemado y alcohol no desaparece, tampoco el sabor amargo ni los escalofríos en mi piel. Me siento sucia.
Veo por la rendija la luna, es un menguante perfecto. Cómo una brillante cuna, símbolo de la inocencia... Yo ya no puedo ser considerada inocente.
Grito con fuerza y me enconcho en una esquina con el agua helada aun tocando mi cuerpo. No parece lo suficiente fría, merezco algo peor.
***
Al día siguiente nuevamente he olvidado lo que hice ayer, nuevamente Cady ha muerto y la entrada en mi diario es ambigua. Creo que voy a pillar un resfriado.
"Cady, no preguntes por favor lo que hice. Es mejor que nunca lo sepas, no averigües nada. Por suerte mañana habré muerto y estos recuerdos se habrán perdido. No puedo esconder la gran deuda que existe en la cuenta bancaria eso sí te lo explicaré---"
En mi diario viene detallada la traición de mi padre, ha omitido el nombre de su socio con el que se ha coludido esa deuda. También me ha explicado que la casa de mi abuela se ha perdido para siempre, ahora le pertenece a otra persona y me pide que nunca me acerque ahí.
"La pérdida de la casa no se compara al asco que siento en este momento, con suerte mañana esto quedará enterrado bajo esta Cadence que debe morir hoy, me aseguraré de ello"
En mi teléfono hay un mensaje del señor Eardwulf solicitando que lo vea en la oficina y mi respuesta afirmativa.
Creo que cambiaré la fecha pues tengo un poco los brazos rojos y me he tallado con tal fuerza que he dejado algunas costras en algunas partes de mi cuerpo. Pechos, vientre, caderas y muslos.
Además una llamada al señor Bingley y una cita que he programado para esta mañana dentro de unas horas.
------
Nuevamente la luz entra por mis ojos, es cegadora y a la vez me reconforta a pesar del gran dolor de cabeza que tengo.
¿Cuánto tiempo me he dormido desde que Ery se fue? Aun llevo abrazada su almohada y se siente un poco húmeda.
Chiara parece estar un poco seria y duda un momento antes de hablarme. Aún tengo resaca así que su voz suena como si estuviera en volumen alto.
'Cady ¿Sabes cuántas veces has olvidado hasta ahora?'
No estoy segura. He perdido la cuenta hasta este punto.
'¿Estás segura que el único hombre que has tenido cerca en tu mundo fue ese editor?'
Sí, así es.
Bueno, está el socio de mi padre pero ese no cuenta, fue parte de ese sueño extraño por acónito, él no es real.
Chiara gruñe aunque parece más una incomodidad que enojo.
'La forma en que lo quemamos tan rápido no me satisface. Merecía quemarse en mi fuego y agonizar por la eternidad'
¿Por qué dices eso, Chiara?
'Es mejor si no lo recuerdas nunca. Lo he quemado por completo'
¿De qué recuerdo estás hablando?
'— ¿Luna---?'
La voz de Hershey suena estridente como un chirrido o un micrófono mal calibrado en junta escolar.
'—Luna, no olvides que hoy vamos a entrenar ---'
¡Agh! ¡Qué horrible jaqueca!
A regañadientes me levanto y busco mi ropa de ejercicio en el cajón y ropa interior.
Si no voy, Hershey continuará llamándome por ese enlace atrofiado.
***
— ¡Luna Cady, esquiva!
¿Eh?
Hershey frena su gran patada y caigo hacia atrás.
—Estas demasiado distraída hoy. Adivino, has peleado con el Alfa ¿No es así?
Mientras proceso sus palabras ella sonríe con picardía.
—De ser así ya me gané otra apuesta.
¿Es mi imaginación o estos lobos locos suelen hacer apuestas y burlarse de lo que hacemos el Alfa y yo? A veces comienzo a pensar que les parece entretenido todo esto.
Auch... Pensar demasiado hace que el dolor sea mayor.
Hershey me observa y pasa de una sonrisa a un semblante serio.
—No es del todo distracción al parecer ¿Eso es una jaqueca?
Me mira de arriba a abajo y luego me examina muy de cerca.
—Oh, por la Diosa ¡Dime que no es una gran cruda porque eso no debería ser!
— ¿Qué tiene de malo una resaca por beber alcohol que afecta también a los lobos---?
De inmediato me tapo la boca. Acabo de recordar lo que me dijo Ery de que esto no es permitido en la manada.
— ¡¿Cómo pudiste ser tan irresponsable?! —Hershey pega de gritos y me reprocha, su voz hace que me duela más la cabeza— ¡Si el Alfa se llega a enterar...!
Me muerdo el labio y Hershey se queda pensativa unos segundos abriendo cada vez más los ojos con sorpresa.
—Espera... ¡¿El Alfa lo sabe, cierto?!
Ah... No estoy segura si debo responder eso, podría echar de cabeza a Ery.
—Dijiste que es importante convivir como Luna y Alfa ¿No? Entonces digamos que nos escabullimos un poquito y bebimos solo un poquito para conversar...
Cuando digo "poquito" hago una separación de un centímetro entre mi dedo pulgar e índice.
— ¡Eso fue muy irresponsable! ¡¿Qué diantres pasó por la cabeza de ustedes dos?! ¡No solo pelean como niños se comportan como niños!
—Un niño no tendría edad para tomar---
— ¡Ni aunque tuvieran cuarenta años, eso está prohibido!
¡Hershey es tan brava como Sarah cuando se enoja! Definitivamente parece que todos aquí de algún modo tienen un gran parecido a todos aquellos en mi vida real.
Hershey no solo es directa en extremo, a ella no le importa regañarme aunque sea su Luna.
— ¡¿Qué planeas hacer si alguno de esos espías dentro de la manada se entera?! ¡Sería fatal!
Me tapo los oídos y cierro los ojos ¡Aaaagh esta resaca me va a matar!
Mi mejor amiga finalmente deja de gritar y al verme tan indefensa suspira y me habla más calmada.
— ¿Y al menos valió la pena?
Instintivamente observo la pulsera de Japamala en mi muñeca. Anoche obtuve dos perlas más y asiento en silencio.
Valió la pena pues cada vez me acerco más a mi meta. Pero no me agradan los efectos secundarios después de beber tanto.
—Otra vez estás viendo tu pulsera. Deja de evadir... —suspira—De acuerdo, esperaré a que puedas contarme todo. Más te vale que los detalles sean muy jugosos.
Sigo tocando mi cabeza y Hershey golpetea en mi frente mientras me hace un "shh, shh" como los que hace una madre para calmar el llanto de su bebé.
—Primero necesitamos encontrar algún remedio para esa resaca tan horrible. No te preocupes no le diré a nadie y seré muy discreta.
En cuanto Hershey se aleja abro la ventana del sistema de transmigración. Debo saber cuáles preceptos conseguí además de que parece haber una notificación sin abrir.
<<Has superado la misión, la recompensa se encuentra en tu inventario>>
Acepté la misión sin revisar primero cuál recompensa obtendría al completarla. Me pregunto qué me ha dado...
<<Artículos de aseo personal y uso doméstico, remedio contra la resaca>>
¡Un remedio para la resaca! ¡Qué maravi--!
¡CRASH!
Escuchó detrás de mí.
—Cady Cad... ¿Qué es eso?
Hershey señala la ventana y por suerte no se le ha provocado alguna complicación en su embarazo por la impresión tan fuerte. Menos mal que ella sabe controlar sus emociones un poco.
¿Cómo le explico que esto de aquí es un supuesto y sofisticado sistema de transmigración sin que me crea una chiflada?
—Ah... Esto apareció de la nada después de que sucedió lo del veneno de acónito. De vez en cuando me encomienda misiones o algo por el estilo.
Hershey apoya una mano en su barbilla y asiente.
—Ah, comprendo.
Fiuuu, al menos no cuestiona mucho--
— ¡¿Qué voy a comprender?!—Dice gritándome de nuevo— ¡¿Cómo me pudiste ocultar un secreto así?!
— ¿Me habrías creído para empezar?
Ambas nos quedamos calladas y pensativas.
—De acuerdo, digamos que te creo. No estoy satisfecha con esa respuesta y estoy más que segura de que hay mucho más ahí que me estás ocultando...— hace una pausa y respira hondo— Pero esperaré a que puedas decírmelo. Somos amigas, por muy alocado que parezca algo sabes que puedes contarme lo que sea.
Es imposible no ver a Sarah en Hershey, incluso si una es un lobo y la otra un humano la actitud de ambas y su forma de hablarme es exactamente la misma.
—Hay secretos... Que no se pueden revelar, Hershey. Este es uno de esos...— veo que Hershey se muerde el labio y rápidamente continúo — Pero intentaré explicarte hasta los límites que me sean permitidos algún día.
Hershey asiente y me abraza.
—Sabes que para mí no existen límites en nuestra amistad. Pero esperaré hasta que estés lista.
—No puedo contarte mucho, pero a veces hay acciones que dicen más de mil palabras...
Presiono el botón y del cielo cae el remedio para la resaca.
Por supuesto Hershey me voltea a ver con asombro y suelta su abrazo con un rostro pálido y los ojos abiertos como grandes platos.
—Por favor no te alteres, Hersh. Puede afectar al cachorro.
Ella respira hondo y asiente.
Después de un momento ella vuelve a señalar el sistema y me pregunta si pueden caer más cosas del cielo y si esto que tengo es un remedio avanzado de alto nivel.
Hay mucho que se me dificulta explicarle pero logro darle algunas respuestas satisfactorias.
Ella se disculpa y menciona las posibles razones por las que no se lo he dicho. Asegura que mi secreto está a salvo con ella. Por supuesto confío completamente en sus palabras.
Después de jugar un rato con el sistema y comprobar que Hershey no entiende el idioma en que está. Cuando ya está satisfecha con lo que le mostré, Hershey da por terminado el entrenamiento (aunque en realidad no pudimos hacer nada por mi condición indispuesta) luego me acompaña a mi habitación y me trae agua.
—Si es un remedio avanzado entonces con esto y reposo te sentirás mejor en pocas horas.
Asiento y Hershey cierra la puerta con cuidado.
Finalmente... Puedo dormir.
***
Esta vez mis sueños fueron muy divertidos. Algo de una aventura. Más vale que lo anote en mi diario mientras el sueño permanece fresco.
Al principio solo pensaba en anotar lo que soñé, en algún momento se ha convertido en más de una página con mis manos que no han querido soltar la plumilla. Que asombroso, no pensé que volvería a escribir ni mucho menos que lo haría en un lugar ajeno a mi mundo real.
Extrañaba esto, escribir es parte de mí como respirar y comer, incluso si muchas veces había pensado en dejarlo solo me causaba mayor soledad si no escribía aunque fuera alguna historia.
Mientras escribo puedo sentir como si me llenara de energía y vida, nunca debí dejarlo. No podría dejarlo jamás---
Su aroma fresco como una playa en buena temporada, mar y cítricos me rodea por la espalda, no me ha tocado pero siento su respiración y su presencia muy cerca ¿Cuánto tiempo lleva aquí? Es como un lobo sigiloso que se oculta en mi sombra, sin palabras, sigue aquí observando mis movimientos hasta que mi propia respiración me delata.
— ¿Qué haces?
Incluso si ya sabía que estaba cerca su voz me estremece y salto asombrada.
— ¿Qué escondes? —Pregunta con curiosidad.
¡Qué vergüenza! Incluso si me apasiona escribir es imposible que me entienda, si Hershey y todos los demás tienen algo de aquellas personas que conozco entonces Ery al igual que él dirá que escribo basura e historias aburridas.
— ¿Puedo leerlo?
Me cuesta creer que quiera hacerlo. Después de que vuelve a insistirme respiro hondo y le entrego lo más preciado para mí, espero que no lo destroce ni aplaste demasiado en críticas destructivas.
En cuanto lo recibe comienza a leerlo con detenimiento, tampoco es muy expresivo sin embargo veo cierto brillo en su mirada y no aparta el manuscrito hasta el final.
—Termínalo— Dice al regresarme lo que escribí.
¿Eso es todo? ¿No va a decirme que es horrible?
Ery sonríe y me reafirma lo que escuché, quiere que le lleve el manuscrito cuando lo termine para leerlo porque quiere saber el final.
— ¿Qué? ¿Pensaste que no leía?
Honestamente sí, pensé que eras un Alfa inculto que solo se dedica a comer proteína para hacer músculo, dar órdenes y ser un pervertido. Él de verdad es como…
De inmediato niego con la cabeza. No, él no es como esa persona.
—Ah, espera un momento. — Ery me hace señas en silencio para que le muestre de nuevo el manuscrito que abrazo contra mi pecho y se lo entrego confundida—Esta parte podría mejorar si agregas esto y omites esta parte. Ah, también creo que el personaje podría describirse más para que quien lo lee se sienta identificado—
El tiempo parece detenerse y mi corazón da un vuelco de 180 grados.
—Agrega estos cambios si quieres. Es una buena historia.
¿Qué pasa con mi respiración? Su sonrisa de pronto me parece irresistible y sus palabras son dulces como cuatro cucharadas de miel. Incluso dijo que es una buena historia… Él dijo que si quiero lo haga, no impone ni me hace correcciones agresivas.
Apenas puedo responderle y mi garganta parece cerrarse mientras asiento sorprendida por mi voz tan débil.
‘Te dije que nuestra pareja no es como aquel con quien le comparas’
Asiento de nuevo con las palabras de Chiara sin dejar de ver la puerta ya cerrada. Él se ha ido pero su olor continúa impregnado en todas partes.
***
Desde entonces se ha vuelto un nuevo hábito escabullirme en silencio hasta su oficina donde dejo los avances del manuscrito, él me lo devuelve más tarde siempre con algunas correcciones anotadas. Acaricio con la yema de mis dedos su letra, aunque está en otro idioma se parece demasiado a la de él. Incluso su manera de detallar cada aspecto me causa una extraña nostalgia.
Finalmente he escrito la palabra “Fin” en la última página. Llevo el manuscrito a su escritorio y mi corazón late con fuerza ¿Le gustará el final? Tampoco es que espere mucho, no debo hacerme ilusiones. Si ha leído tantos libros entonces debe ser algo exigente ¿no es así?
‘Estoy segura de que el Alfa, nuestra pareja, sabrá apreciar todo tu esfuerzo en esa historia. Ten confianza’
Eso quisiera pero soy un manojo de nervios, no puedo evitarlo.
CLIC
Escucho el seguro de la puerta y creo que hasta estoy sudando en frío por las manos. Se ha quedado en el umbral de la puerta en silencio, vamos di algo…
—Terminé de leerlo— Dice con palabras breves.
Nuevamente me ve en silencio y ya no puedo más con estos nervios.
—No estuvo mal. Aunque hay algunas mejoras que podría---
¿En qué momento sucedió? No estoy segura, ni siquiera sé de dónde he sacado este coraje para hacerlo. Mis pies y manos me han guiado solos hasta él. Sin más palabras, sin ningún aviso previo, solo dejando fluir este sentimiento extraño tomo su rostro y lo beso.
Sí, lo he besado antes. Sin embargo es la primera vez que siento como si flotara entre nubes de algodón de azúcar sabor limón. Poco a poco recobro un poco mi cordura y me percato de lo que he hecho, no puedo retractarme pues él me ha tomado por la barbilla y me ha rodeado con sus fuertes brazos.
Uno, dos, tres besos. Cada uno más profundo y duradero que el anterior. Oh, Dios… ¿En dónde aprendió a besar? Incluso sabe cómo hacer que me desaparezca el piso y me olvide hasta de mi nombre por un momento.
Solo estamos él y yo, esa puerta contra la que me ha empujado y su mano inquieta que me recorre el cuerpo dejando una sensación ardiente por cada lugar que me toca. Un calor que me exclama por más y a la vez me advierte del peligro.
Con las pocas fuerzas de autocontrol que me quedan me separo de él y le saco de la habitación. Mi cuerpo entero vibra como nunca antes lo había hecho, puedo sentir no solo cada latido de mi corazón sino cada respiración mía cada vez más aceleradas. Si no lo calmo perderé la cordura y haré algo de lo que quizá me arrepentiré después.
No sé ni siquiera cuál es su reacción, estoy demasiado perdida en mis propias emociones que se desbordan de una manera que me asusta. Aun así no es desagradable y en cierto modo no puedo evitar sonreír al descubrir que parece tan confundido como yo.
—Haré esos cambios entonces. —Digo apenas pudiendo decir cada palabra.
Cierro de inmediato la puerta sin poder alejar todo esto que me confunde desde adentro ¡Lo besé! Pero no fue un beso como los demás, este fue… diferente.
Llevo las yemas de mis dedos a mis labios, aún puedo sentir su calor, no solo eso… Cada descarga eléctrica y esa sensación de flotar en las nubes aún persiste. Mi cuerpo se estremece desde la nuca hasta los dedos de mis pies. Esto no es deseo, estoy segura que tampoco es lujuria, es algo más… Algo distinto, desconocido, extraño.
¿Qué me está pasando?
¡Chiara! ¿Por qué tomaste posesión de mi cuerpo y lo besaste?
‘No lo hice, Cady. Aunque desearía que lo hubiera hecho yo fue enteramente un acto tuyo’
¿Incluso el empujarlo y cerrarle la puerta en la cara?
‘Si, definitivamente fue tu propio impulso’
Oh, cielos… Espero que eso no le haga enfadar. Si se enfada puede que quiera disciplinarme, no lo culpo después de todo fui muy irrespetuosa.
‘Ojalá nos castigue con nalgadas o una buena manoseada’
¡¡Chiara, deja de meterme ideas como esas en la cabeza!! ¡Agh, ahora puedo imaginarme todo eso y es muy vergonzoso! Me tapo la cara y doy vueltas aún contra la puerta de lado a lado como un rodillo, evitando soltar un grito.
‘Para tener 24 años te comportas como si tuvieras apenas 17’
Sí, tengo 24 años pero no tengo mucha experiencia con los hombres, además, es mi primer amigo varón en la vida. Estoy en un terreno desconocido y ante la experiencia más extraña de mi vida. Se supone que era el protagonista odioso de una historia que escribí sin alma por la necesidad de dinero. Ahora estoy constantemente besando y tocando al Alfa sin poder evitar sentirme atraída a él por el vínculo maldito de una Diosa que tal vez sea tan voyerista como el sistema de transmigración.
Se están subiendo los otros capítulos. Ya son 800 visitas, muchas gracias por tomar el tiempo de leer.