Ha pasado más de una semana desde que el acónito que contenía en los cigarros de Ery nos envenenó dejándonos en un sueño extraño.  Debido a la gran cantidad a la que fui expuesta el veneno afectó en mi mente haciendo que alucinara por lo que pareció ser un largo sueño que confundí entre la realidad y la fantasía.

Milagrosamente pude recordar la verdad, vencí a esa alucinación y pude regresar. Todos nuestros amigos se alegraron cuando nos vieron despiertos.

Aunque para los demás miembros de la manada no fue algo agradable pues en realidad estuve  durmiendo por lo que fueron más de 4 días.

Beta Milo tuvo que hacerse cargo, durante el tiempo que estuve en aquel “sueño” alucinógeno cambiaron muchas cosas en la manada.

Desde entonces los dos hemos cambiado la forma en que nos tratamos, en especial yo. Ya no discutimos tan seguido. Ahora Ery es como un buen amigo masculino, nunca he tenido amigos varones y el esposo de Sarah/Hershey no cuenta porque es más como mi cuñado.

Ery no lo sabe porque estaba demasiado debilitado por el acónito, sin embargo gracias a él logré salir de ese horrible sueño con el que nuestro enemigo el gran topo me quería atar. Si hubiera aceptado quedarme las consecuencias serían fatales. Entre ellas no habría podido regresar nunca más.

En ese tiempo que estuve en ese largo sueño tenía la sensación de que había algo que me faltaba, no fue hasta que recordé a Shawn y a él que me sentí completa.

No sabía lo importante que se había convertido en mi vida hasta ese momento, ahora que he dejado ir a mi abuela me siento más liberada y mucho más tranquila, como si fuera más ligera. Me gustaría que Ery pueda sentirse de la misma forma. Aún tiene muchos problemas familiares y una relación un tanto complicada con su padre.

Pero creo que me estoy yendo por las ramas, lo de su padre, Alfa Sieg Avery, puede esperar.

Después de que el sistema pervertido enumeró las opciones de misiones para elegir...

"¡Alfa pervertido, Aléjate!" Fue lo único que alcance a decir antes de caer rendida ante sus habilidades manuales. Comencé a ceder poco a poco hasta que ambos estábamos semi desnudos con él mostrando del torso para abajo y yo solo en ropa interior que me cubría apenas mi lugar íntimo. Quería besarlo, sin embargo ambos nos preocupamos por el veneno del acónito y desistimos besando solo la frente y lugares que no tuvieran contacto con fluidos. Mi Alfa se posicionó entre mis piernas y con su valor y hombría erecta y dura me preguntó si podía probar algo nuevo. Asentí con la cabeza y sin quitarme la ropa interior me restregó su miembro simulando el movimiento de cadera sin penetración con el calor de sus vigorosos 22 centímetros acariciando por arriba de la delgada tela mis pliegues, hasta humedecerse.

En lugar de hacer gemir al Alfa, él me hizo gemir a mí mientras abrazaba su cuello pidiendo que me diera más placer.

Ery estuvo a punto de soltar su primer gemido y dejarme ganar la misión cuando alguien abrió la puerta sin tocar primero.

Fue Hershey.

"¿Cómo sigue Cady Cad?"

Ambos vemos hacia la puerta y nos cubrimos avergonzados.

Ahora entiendo cómo se habrán sentido Sarah y Josh cuando los encontraba haciendo sus manifestaciones eróticas de afecto en el sillón.

"¡Cierra la puta puerta!" Dijo mi Alfa con autoridad, Hershey cerró la puerta sin salirse.

"¿Y bien?"

Ery no decía mucho pero gruñía con impaciencia.

"¿Bien qué?"

"¿Acaso tienes desvíos extraños de querer ver a dos lobos cogiendo?"

Ery suele decir las cosas sin tapujos, ya comencé a acostumbrarme un poco a su forma obscena de hablar. Pero no esa tarde, apenas podía aguantarme el no calcinarme a mí misma por la vergüenza mientras me tapaba los pechos y mi vientre bajo dónde su miembro aún seguía duro.

"Oh, por la Diosa, no soy voyerista"

"Entonces sal de aquí antes de que acabe de pensar en cómo te voy a castigar por interrumpir a tu Alfa cuando está forn---"

Le tapé la boca y continué yo.

"¡Hershey, por amor de la Diosa, sal de aquí antes de que muera de vergüenza!"

Hershey asintió y salió de la habitación.

Apenas pude soltar un suspiro cuando Ery me lamió la mano con su lengua húmeda y caliente, pegué un gritillo retrayendo mi mano.

"¡Ery!"

El alfa riendo acurrucó su cabeza en mi cuello.

"Te extrañé" Dijo finalmente y no podía estar más de acuerdo con él.

"Alfa tonto, solo me dormí unos pocos días" Respondí disimulando un poco mi emoción. En realidad yo también le extrañé, aunque no reconocía quien era ni su nombre, muchas veces algo me hacía recordarlo. Incluso cuando recibí aquel anillo de ese ser desagradable me sentí culpable como si traicionara a alguien. Era a Ery.

Me gruñó bajo y me abrazó aplastando mi cuerpo, intentamos retomar nuestro asunto antes de ser interrumpidos sin poder reanimar de nuevo la chispa.

Eso debería ser desmotivador pero no para nosotros.

"Pensándolo mejor aún estoy exhausto por el acónito" hizo un ovillo imaginario sobre mi pecho desnudo y me abrazó tiernamente mientras se quedaba dormido. Su cuerpo es pesado y cada vez que lo hace se siente como si un gran perro se recostara completamente sobre mí, sin embargo me reconforta y no me parece un acto molesto, por el contrario, me reí  pensando en que no sabría si llamarle mi esposo o mi mascota si tiene más tendencias de lobo que humanas. Luego negué con mi cabeza y cerré los ojos sonriendo. Me reconforta la sensación de su respiración en mi pecho, si soy sincera no me parece molesto hacerlo, así que le abracé la espalda acariciando sus hombros y con la única mano libre acaricié su cabello. Se ha vuelto un hábito mío repetir este gesto todas las noches.

Su olor delicioso como el mar, cítricos y maderas frescas me hicieron sentir tranquila. Como si estuviera en el lugar correcto y en los brazos de alguien que me protegerá a toda costa.

Pronto yo también sucumbí a los brazos de Morfeo. Esa noche fue la primera en que los dos dormimos abrazados casi desnudos.

Después de eso solo hemos dormido juntos en la misma cama, sin llegar a la última base, aunque mentiría si dijera que solo nos limitamos a dormir.

Ni Ery ni yo parecemos contenernos en cuanto a nuestros deseos. Todos en la manada, excepto aquellos muy cercanos a nosotros, creen que somos muy activos en ese aspecto y que pronto habrá un pequeño heredero corriendo entre los pasillos de la manada.

Nada más alejado de la realidad. Apenas nos dejan tiempo para jugueteos meramente.

Nos propusimos esperar hasta que estuviéramos completamente seguros de que el acónito había abandonado nuestro cuerpo por completo.

A veces también me gana un poco el temor a lo desconocido y la duda de que algo tan grande, largo y grueso quepa por ese lugar, mi curiosidad aumenta al igual que mi deseo.

Me pregunto ¿cuándo podremos cruzar esa delgada e íntima línea?

***

—Ven, Cady. Tengo algo que mostrarte. —Dice Ery con una sonrisa que me derrite.

Él me toma de la mano y me guía hasta salir de la casa de la manada llevándome con gran entusiasmo, pasamos de largo a todos nuestros amigos quienes parecen querer decirnos algo, Ery ignora a todos mientras deja todo en manos de Beta Milo ordenando que no quiere interrupciones y luego cruzamos el bosque. La primera vez le pregunto a donde piensa llevarme, él suelta una risilla y me dice que espere un poco.

No necesito cuestionarle más, confío en él, si dice que quiere mostrarme algo debe ser algo muy importante. Tal vez ha pensado en la posibilidad de alguno de los preceptos.

En cuanto se detiene veo con sorpresa que me ha llevado al lago.

Parece que nuestra forma de relacionarnos no es el único cambio que ha ocurrido las últimas semanas, él ha remodelado la cabaña, incluso logró que se vea igual en el exterior solo que habitable.

Abre la puerta y me muestra su interior mientras admiro cada rincón de esta.

Con los muebles que ha seleccionado ahora parece el Averno de Lupus 2.0, veo a Ery quien parece estar orgulloso por su esfuerzo y sacudo la cabeza lentamente sin dejar de sonreír.

—Me encanta, Alfa.

No es mentira pues me encanta que sea tan atento hasta con los detalles más pequeños.

—Aquí será donde tú y yo nos vamos a aparear.

Me ruborizo de pies a cabeza y lo llamo un pervertido. Luego Chiara me llama hipócrita pues sabe que no he pensado en toda la semana más que en lo mucho que deseo cruzar la línea y llegar hasta el final con él.

Disimulando con lo que afirma mí lobo miro hacia otro lado que no sea el apuesto Alfa frente a mí, un rostro familiar me sonríe desde un gran cuadro completamente pintado a mano y en colores vibrantes.

—Oh, pero ese cuadro de mi abuela ahí es un poco... extraño y algo incómodo que este viendo justo frente a la cama—Digo señalando el gran cuadro que seguramente mandó a hacer para mí— No creo que sea sexy que ella...

—Yo creo que no le molestará saber que su nieta está gozando en los mejores brazos que existen, los míos.

Luego procede a quitarse la ropa.

— ¡Oye! ¡Es demasiado pronto, todavía no...Aparte frente a mi abuela--!

—Mal pensada, no me estoy desnudando para hacerlo. Aunque si eso deseas, estoy dispuesto a aceptar el sacrificio.

—¡Ery!

Él se ríe y continúa desnudándose mientras yo me cubro los ojos con las mejillas calientes y seguramente de un tono carmesí. De vez en cuando la curiosidad me gana y le veo de reojo para volver a cubrirme la cara al ver su entrepierna.  

Chiara rasca en mi cabeza y me llena de ideas dignas de una buena porno mientras me suplica relevarme el lugar si no tengo agallas esta vez para montarme encima de ese semental.

—Ya puedes ver.

Abro los ojos y veo el trasero duro y bien torneado del Alfa.

— ¡Ery! ¡Lobo sucio y tramposo! ¡Dijiste que ya podía ver!

No responde y abre la puerta de la cabaña, se asoma por el huerto y cerca de la cascada me muestra algo increíble.

Ery toma la forma de un gran lobo negro con pecho blanco.

— ¡Shawn! ¡Eres majestuoso!

Digo encantada con el lobo de gran tamaño frente a mí. Es mucho más grande que un perro husky aunque se parecen mucho.

'— ¿Solo Shawn es majestuoso? ¿No dirás nada de tu esposo?'

Escucho su voz pero no ha abierto el hocico ni una sola vez. Los enlaces mentales son algo tan increíble.

'¡Yo también le quiero enseñar!'

Dice Chiara entusiasmada.

'—Adelante, Cady. Sé que quieres tocarme'

Sonrío y acaricio su cabeza primero, luego le acaricio el lomo como a un perro y mientras froto su precioso pelaje, el gran lobo se acuesta y me muestra su vientre peludo.

Le acaricio el pecho divertida, realmente parece un gran y hermoso perro.

El precioso lobo gruñe bajo, emite un pequeño chillido esperando que le acaricie también su panza y parte del vientre.

Lo hago con algo de diversión hasta que noto que se le ha levantado demasiado el ánimo. De inmediato quito mi mano y le digo que es un cochino.

Shawn y Ery responden sacando la lengua y jadeando con entusiasmo. Luego escucho lo que parece un pequeño ladrido.

'Quieren que hagamos metamorfosis de lobo también'

Me dice Chiara.

'—Entrenamiento especial del maravilloso Alfa Ery para su Luna Cady... El día de hoy te enseñaré la metamorfosis'

—No estoy segura... Aunque apenas logré recordar la noche de la cosecha y mi primera metamorfosis, supe que fue un desastre. Además de que fue extremadamente doloroso perdí todo el control y…

Ery y Shawn aúllan y me quedo callada un momento.

'—Estoy seguro de qué está vez podrás hacerlo'  Me dice confiado

—Espera, no me voy a desnudar frente a ti. Quién sabe cuánto tiempo tarde en adaptarme y tener una transformación exitosa.

'—Ya te he visto desnuda antes, descuida no te atacaré (todavía) prometo que solo vamos a convertirnos en lobos hoy’

Ese "todavía" seguro lo pensó... es tan sospechoso y a la vez me hace tener muchos posibles escenarios.

¡Chiara! ¡No seas pervertida, déjame concentrarme!

'Je, je, lo siento, estoy demasiado emocionada'

Yo también lo deseo, no solo a él, quiero sentir de primera mano lo que es ser un lobo a cuatro patas y experimentar lo que se siente transformarse en uno.

Luego, con el Alfa devorando mi cuerpo por los ojos, procedo a intentar la dolorosa metamorfosis.

Y cómo esperé es muy dolorosa, Ery y Shawn me animan a seguir intentando hasta que finalmente mis huesos truenan y comienzo a cambiar de forma.

La sensación es única en el mundo. Después del dolor siento la naturaleza en mis patas, cada olor a mi alrededor comenzando por la esencia tan única de mi Alfa quien me observa emocionado meneando la cola. Soy una sola con Chiara en cuerpo y alma.

¡Soy libre!

Sin que Ery me dé la señal comienzo a correr con respiración agitada por el bosque y busco un terreno más llano para correr con todas mis fuerzas. Es una sensación liberadora y maravillosa. El gran lobo negro me sigue y ambos corremos jugueteando a perseguirnos el uno al otro.

La adrenalina es excitante, es como una pequeña cacería donde el premio es dominar y ser dominado.

Jamás me había sentido de esta forma. Siempre he mirado al cielo deseando que en mi cuerpo brotaran un par de alas y volar por los cielos, ahora sé que puedo volar en tierra con la velocidad de un lobo.

Después de que casi me atrapa lo sorprendo esquivando, corro y me desvío aventando mi cuerpo sobre él. Yo soy quien tiene el control, él lo sabe. Pongo mis patas sobre su pecho y ambos nos miramos, sus ojos son rojos y azules a la vez.

Doy un salto hacia atrás y corro para que me persiga provocándole.

‘— ¡Alcánzame si puedes, lobo tonto!’

Ery no responde, acelera su paso y me dice con la sola mirada que estaré en problemas cuando me atrape. Quiero que me atrape.

Lo que no sabe es que en realidad él es mi presa.