~Acto 2~Darse por vencido.
—No me importa si no quiere abrir. Sigue insistiendo que para eso les pagué— la persona me suplica en el teléfono y cierro la mandíbula molesto— ¡Y nada, pagué tres veces el precio para que lo tuvieran listo desde ayer para llevarlo yo mismo en la madrugada! ¡Es responsabilidad de ustedes por no cumplir con los tiempos!
Dejé mis asuntos para contestar la llamada de la pastelería, me dijeron que el repartidor ya se quería ir. Bah, lo entrega porque lo entrega, pagué por el servicio completo y una cantidad mayor para que la entrega fuera perfecta.
Hace dos semanas mandé a preparar un pastel muy especial. Incluso fui directo a la tienda, me pasé toda una tarde probando distintos sabores y combinaciones. Yo, quien detesta esas cosas empalagosas, me sacrifiqué toda la santa tarde hasta encontrar el que me dejara más satisfecho. Mientras probaba cada uno me imaginaba la reacción de esa mujer, ya quería ver su reacción cuando abriera la caja y se encontrara con mi nombre y no con el usuario sospechoso de una aplicación. Luego le explicaría todo, absolutamente todo, sería sincero con ella hasta la última gota de mis secretos.
Iba por la cuarta rebanada de pan cuando vi entrar una pareja de jóvenes. Ambos se veían muy engolosinados con el otro derramando miel por todas partes mientras probaban pasteles. Dije que quería mi sesión privada ¿qué hacía esa gente ahí? La dueña de la pastelería me contó que esos dos se iban a casar y recordé la boda que me hizo cambiar mi renuncia a ella después del incidente del Sugar Daddy.
La pareja de futuros conyugues se miraban el uno al otro compartiendo del mismo tenedor un bocado. Debería haberme molestado pero no lo hice, en su lugar me imaginé en ese mismo lugar recibiendo un bocado del mismo tenedor que habría usado ella y no me importaría lo dulce, empalagoso y lleno de colorantes que estuviera. Lo comería con gusto porque sería su mano la que me alimentara.
Yo, quien no celebra ningún cumpleaños y que hace unos años detestaba siquiera que mencionaran el mío, estaba emocionado por el de ella preparando todo para hacer de esta una velada inolvidable.
¿Por qué estoy aguantando todo esto? Ya renunció y no tuvo las agallas de decírmelo de frente. Aun así heme aquí como idiota peleando por teléfono para que lo reciba en su puerta antes de las 5pm.
Molesto abro el segundo cajón de nuevo. Voy a tirar todo, juro que no me haré para atrás esta vez, voy a vaciarlo así como todo lo que me ate a esa mujer.
La liga no la puedo tirar porque tiene significado emocional para ella o algo así, la vela no hace mucho bulto en el cajón, esa revista por respeto a mi sagrada profesión no puedo tirarla… ¡Maldición, no puedes conservar tanta basura, comienza por algo ya!
Finalmente elijo entre el montón un sobre y este viene atorado con una máscara de carnaval.
[Estás invitado a mi boda] dice en letras doradas junto con dos nombres “Sarah Bingley y Josh Bury”
La máscara lleva ahí desde Abril, otro recordatorio de esa infame noche cuando luego de proponerme cortar cualquier lazo emocional con Cadence Beckham, todo se encargó de hacerla regresar a mí como un maldito boomerang.
Porque desde esa noche de Abril, mi maldita vida no volvió a ser la misma. Me volví un jodido lobo sedentario.
***
*Hace aproximadamente 7 meses.*
En un hotel de lujo con ventanal gigante y vista nocturna, yo, Eren Eardwulf me encuentro pasando por el bochorno más grande de mi vida.
—Eardwulf, ¿Por qué no se levanta? — Dice Frida y no estoy seguro de qué responderle porque ni yo sé que demonios me pasó.
No es la primera vez que me sucede, días atrás me levanté una hostess muy guapa en el bar y tampoco me funcionó. Estaba duro, tenía ganas, pero al momento de la acción final simplemente se murió como si fuera un jodido pañuelo de papel delgado, colgante y flojo que se negó a trabajar.
Pensé que simplemente no quiso hacerlo porque era una mujerzuela desconocida y quizá mi propio cuerpo me quiso advertir. Pero esta aquí es Frida, la autora de las novelas más cachondas que he editado después de Martha. Una mujer que me ha dado varias noches de placer del bueno. Nunca me quedo a dormir en la misma cama que una mujer porque no tengo nada sentimental, no me interesan para nada más que liberar energías. Auunque admito que es de las mejores en el ámbito sexual en mi agenda.
Es culpa de esa Cadence Beckham, desde la mentada noche del Sugar Daddy no he podido recuperarme.
—Oh, se levantó un poco. —Tomo a Frida de los hombros.
—Frida, te voy a pedir algo y espero que no cuestiones nada.
—Prometido, Wolf. ¿Qué fantasía quieres que te cumpla?
Trago saliva junto con mi maldito orgullo antes de pronunciar algo tan bochornoso.
—Dime “Sugar Daddy”
Frida no me cuestiona nada aunque en la cara y sus hermosos ojos verdes se notan mil preguntas. Mordiéndose el labio de manera seductora me sacude el miembro mientras dice lo que le pedí.
—Mmmm, Sugar Daddy ¿Quieres dárselo a esta niña traviesa?
Por más sensual que suene, aunque quiero sentir algo, no me provoca absolutamente nada. Si bien al entrar al hotel estaba duro y tenía el ego levantado a punto de picarle un ojo, en cuanto comenzó a desvestirme fue muriendo lenta y patéticamente.
¿Por qué no quieres trabajar, monstruo? ¡Vamos, sal de cacería!
Incluso trato de pensar en algo más que no sea Cadence, pero es inútil, con solo su nombre medio logro que reaccione aquello para luego morirse nuevamente.
— ¿Quieres que te llame Sugar Daddy otra vez?
—No, déjalo así.
Terminé parte de mi cacería con los dedos y antes de poder hacer algo con la lengua me invadió un mareo tal que acabé encerrado en el baño vomitando. ¡Me volví igual que Beckham!
***
—JA, JA, JA—Se ríe en seco el imbécil de Liam.
—No te rías, tarado. Esto es algo serio.
— ¿De verdad tienes problemas para…ya sabes?—trata de disimularlo pero se le ve la sonrisa de oreja a oreja.
— ¿Quieres que te lo de por escrito para tu memoria de corto plazo?
—Oh, por dios… ¿Es en serio eso? El gran Wolf, el lobo que devora por las noches mujeres hermosas, no le funciona el p---
¡BAM!
Golpeo la barra con todas mis fuerzas.
— ¡¿Quieres llamar al noticiero para que te deleites más?!
—Lo siento, lo siento…. Es que me parece increíble. —se ríe de nuevo y me cuestiono a mi mismo por tener un amigo tan traicionero—A menos que…
— ¿”A menos que”? ¡¿Qué?! ¡Dilo ya, te voy a…!
—A menos que estés pasando por la crisis de los 30, Bro.
¿Crisis de los 30? ¡Si apenas en unos días voy a cumplir 30, todavía tengo 29 años!
—No te preocupes, Bro.— Dice dandome unas palmadas en la espalda—Es un cambio normal en la vida de un hombre saludable. Simplemente aquello no funciona igual, tal vez quieras usar viag---
— ¡No te atrevas a decirlo!—Le señalo amenazante.
—La pastillita mágica puede ser una solución.
Me cubro la cara de solo escuchar que el gran Eren Eardwulf, con sus 25 cm de longitud y todavía una gran juventud por delante, debe caer bajo y tomar... ¡Viagra!
Nuevamente me metí con alguien, me tragué mi orgullo y me tomé la “pastilla mágica” sin resultados. Por supuesto regresé a "La guarida del lobo" con toda intensión de asesinar a mi mejor amigo por darme un consejo tan idiota.
—Ok, ok, eso no funcionó. Bueno, tal vez si tengas una disfunción… ya sabes, que no se vuelva a levantar más—Me mira aterrado después de notar mi reacción— Pero eso no te hace menos hombre, Wolf. Tal vez ya lo has usado tanto que se desgastó, es normal.
¡¡¿CÓMO VA A SER ESO NORMAL?!!
¡¡ESTAMOS HABLANDO DE QUE NO SE ME PARA!! ¡¡NO-SE-LEVANTA!!
Lo tomo por el cuello pero es tanta mi frustración que lo dejo ir.
— ¿A dónde vas, Bro?
—Haré lo que los hombres ordinarios que no tienen acción hacen.
En solitario obligaré a que el monstruo reaccione y si no lo hace lo voy a amenazar hasta con ponerle un piercing, también escuché de esas cirugías con perlas que dicen hace maravillas para sensibilizar la zona y llevar a otros niveles de placer. No importa lo que me cueste debo recuperar mi valor y hombría.
***En mi departamento #2238 con lubricante en la mano y los mejores videos con las mejores actrices en una televisión grande para ver todo en alta definición, me preparo para hacer la prueba de fuego. No pasa mucho tiempo cuando me distraigo más en adelantar escenas, ninguna me hace efecto.
¡NADA! ¡NO SE ME LEVANTA NI SIQUIERA POR VER GRANDES TETAS EN LA PANTALLA!
¿Cómo es posible eso? Todavía la noche anterior a la decepción más grande de mi vida, me había hecho el acto de amor propio oliendo el liguero de….
¡ESA BRUJA! ¡BRUJA EN PIEL DE LOBO ME HAS EMBRUJADO EL P****!
Por supuesto, esto no es por la crisis de los 30 ¡Es porque esa maldita que me humilló al punto que mi p*** se cohíbe!
Pero ya verá mañana, todavía me debe lo de Ben.
—¡Me voy a cobrar esto y todo, Beckham!
***
TOC, TOC
Sonrío satisfecho saboreando mi venganza.
—Pasa, Beckham.
—Señor Eardwulf ¿Me llamó?
Ven aquí, mi presa...
—Supongo que recordarás que me debes bastante por lo que le hiciste a Ben.
—Si… Pero juro que no lo hice adre---
—He decidido cómo me vas a pagar.
Aunque es tentador imaginarme a Beckham contra la puerta entre mis brazos y haciéndola trabajar duro para revivir mi "ego", Sé que eso sería considerado acoso y que eso es algo penado por la ley. Además, si mi abuelo se enterara de que uso mi poder para obligar a uno de sus “elementos creativos” en la empresa a pedirme "perdón" de rodillas, me agarrará a palos o quizá me desherede.
—Asistente.
—Eh…
—No estudias—Veo su rostro pálido— No tienes un familiar enfermo al que cuidar ni pendientes aparte de escribir ¿cierto?
—No, señor Eardwulf…—Responde evadiendo mi mirada.
—Bien. Entonces nada te impide que seas mi asistente por digamos… Tres meses.
— ¿Tres…meses?
— ¿Prefieres un año? ¿O quizá toda tu vida?—Me recargo en mi escritorio satisfecho.
—No, tres meses está bien…
Ahí está, la posición de sumisa mirando al suelo y arrugando su vestido. Está a mi merced.
—Bien, iré por ti a las 6 de la mañana.
— ¿Tan temprano?
—Sí, tan temprano ¿Alguna objeción?
—Ninguna…
Si yo no duermo tu tampoco lo harás. Si yo no soy feliz tú tampoco lo serás, me aseguraré de que me pagues con tu vida que ahora ya no pueda encontrar a mi pareja destinada porque no puedo levantar más el maldito pene por causa tuya.
***
En el bar "La Guarida del Lobo" Mi mejor amigo (asistente) me intenta poner un sermón cuando le cuento lo que he decidido hacer.
— ¿Te hizo enojar una de las escritoras? ¿Y por eso la harás trabajar a las 6 de la mañana? ¿Estás loco, Wolf?
—Digamos que me hizo algo muy malo, Liam.— Trago el whisky en las rocas—Algo muy malo.
—No sé, Bro… suenas tan loquito como cuando estabas colado por esa niña de primaria ¿La recuerdas?
¡BAM!
El golpe de mi pesada mano en el mostrador hace saltar al barista quien deja otros ocho vasos de Whisky en las rocas frente a mi.
—Esa fue una etapa extraña, Liam.—Doy vueltas al hielo en el vaso como villano de película— Esto no es atracción por alguien, es sed de venganza.
—Sigo pensando que me parece absurdamente familiar…. ¡¿Oye…te vas a beber todo eso?!
***
Al final terminé con tremenda resaca, como nunca la había tenido antes. Con lentes oscuros para disimularlo, llevé a Liam como chofer en su propio automovil hasta la puerta de Beckham.
Ella rápidamente abrió la puerta a pesar de su evidente falta de sueño.
Esperaba verla con su vestido de flores feo como en el pasado, pero lleva el mismo traje que ha traído todos los días a la oficina hasta desgastarlo por al menos cuatro años.
—Bienvenida a bordo, compañera—Dice Liam intentando verse entusiasmado cuando Cadence sube por la parte trasera de Mercy.
—Gracias.
— Asistente…¿qué tal estuvo tu mañana?—Digo con tono ufano.
— Pude despertar, al menos…—Bosteza y sonrío al saber que no le dejé dormir mientras Liam me mira negando con la cabeza.
— ¿Y ese milagro que no llevas el vestido de flores?
— ¿Eh?—Decimos los dos al unísono.
—El vestido con bordado de flores—Repite ese imbécil.
—Ah… Lo guardé.
— ¿Por qué si era tan bonito…? ¡Auch!—Le pellizco la mano discretamente.
—Prefiero no maltratarlo. Lo bordó mi abuela, que en paz descanse, así que quiero preservarlo.
¿Qué ha dicho? ¿Ese vestido es un recuerdo de su abuela?
— ¿Y los zapatos también? —Dice Liam queriendo hurgar más en mi conciencia.
—…eran de mi abuela y luego los usó mi madre.
Por la Diosa… soy un imbécil.
Las veces que le vi puesto ese vestido y esos zapatos, la juzgué de infantil mal vestida. No tenía idea del valor significativo que tenía para ella llevar esa ropa puesta. Era su armadura para librar sus peores batallas.
— ¿Y a dónde vamos tan temprano?—Pregunta incorporándose en su asiento y buscando el cinturón.
—A una librería fuera de la ciudad
—Oh ¿el pendiente es en un lugar remoto?
—Sí, ¿alguna queja?—Digo asomado desde el asiento del copiloto.
—No…— Veo desde el retrovisor su rostro con cierto atisbo de tristeza y siento como si algo me estrujara por dentro.
—Psssht, estás pasándote, Wolf—murmura Liam
—Cállate y conduce.
Gruño a regañadientes. Mi intención era declararle la guerra y ahora me hace sentir como si fuera un tirano. Luego de tres horas y media de camino llegamos al centro comercial de importaciones.
—¡Oh…!
— ¿Ocurre algo, Señorita becar…?—Lo callo antes de que meta la pata.
—No traje lentes oscuros.
— ¿Pfft, también le enseñaste eso? —Dice con esa cara de idiota que me provoca querer pegarle un puñetazo.
—Calla y dale los tuyos. —Si no fuera porque la mujer está cerca, ya le habría quitado esa cara burlona a trompadas.
—Sí, “señor” Eardwulf—Dice burlonamente mientras le arrebato las gafas de sol.
Antes de bajar, me quito mis gafas. Intercambio las mías por las suyas para volver a cubrirme los ojos con resaca y justo cuando la veo salir del vehículo le entrego mis gafas en la mano. Liam me observa como si viera un espectáculo súper divertido y sigue riendo.
“Ya me haré cargo de ti después, animal”
Le digo con la mirada y procedo a llevar a Cadence del hombro hasta la puerta.
Antes de entrar a la librería, la guío hasta una tienda departamental en la planta alta, una vez ahí la llevo hasta la sección de ropa para dama.
—Busco un traje formal para mujer.—Digo sin prestar atención a si la vendedora es o no guapa.
—Sí, claro. ¿Qué talla necesita?
—Es para ella—señalo—Sus medidas son…
Mientras digo sus medidas Cadence se me queda viendo con la boca abierta.
La dependienta la guía hasta los vestidores y le muestra opciones. Mientras está lista, me adentro entre la ropa de mujeres y busco un conjunto informal.
En cuanto veo un vestido con estampado de flores lo tomo de inmediato verificando que sea de su talla, luego busco zapatos de piso y tacón bajo, en cuanto encuentro uno de mi gusto pido el par. Pronto tengo una bolsa de asa en papel con todo envuelto.
La dependienta me muestra el resultado de su selección. Esta vez Cadence lleva una falda igualmente con corte de lápiz pero este ahora tiene una abertura pequeña que la hace ver demasiado sexy. Como si me guiara algo nuevamente la tomo de la mano y la guío hasta los zapatos eligiendo un nuevo par para ella que combine con el atuendo.
—Señor Eardwulf, no es necesario que me compre más ropa y zapatos. Los que tengo son…
—De hace cuatro años por lo menos. —Ella se queda callada— ¿Acaso quieres que crean que Eren Eardwulf es tan miserable que trae a su asistente con ropa vieja?
¿Por qué cuando estoy con ella se me resbala tanto la lengua y le hablo de una manera tan tosca? Cadence me observa desde arriba, mientras le acomodo los zapatos, nuevamente se muerde los labios mirando al suelo.
No importa lo que haga, esa siempre es su respuesta para mí, mirar al suelo como si hubiera hecho lo peor del mundo. Que si, lo hizo, pero no entiendo por qué tiene tan baja autoestima y esa actitud de sumisión total ante el mundo... especialmente a mí.
Después de pagar le digo que se llevará puesto todo y asiente. En una bolsa lleva la ropa vieja abrazándola a su pecho. Llamo a Liam y lo hago venir por las bolsas para continuar con la inspección de calidad en la exhibición de material.
—Mira qué guapa está, señorita Beck…
—Liam, vete al automóvil y no salgas de ahí hasta que te vuelva a llamar.
¿Cree que no me doy cuenta de cómo descaradamente le hecha los lobos?
—Tch, tampoco es que me importe.
— ¿Dijo algo, Señor Eardwulf?
—Nada.
No me había fijado que pensé en voz alta.
El resto de la mañana solucionamos un problema de la exhibición, Beckham no me decepcionó ni un poco demostrando nuevamente sus habilidades para encontrar alternativas.
Es creativa y tiene buen sentido de empatía.
Luego de eso llamé nuevamente a Liam para traer de regreso la bolsa de compra y le ordené a Cadence cambiarse de ropa. Me miró extrañada pero lo hizo sin preguntar nada.
—Tienes prohibido abrir la boca o decirle algo cuando salga.
— ¿Por qué estás tan nefasto hoy? —Me pregunta Liam a quien callo con un gruñido.
En cuanto Cadence sale con la ropa puesta, mi corazón brinca un momento. El estampado floral le da un aire jovial pero el corte sin manga en cuello V acentúa su cuerpo, los zapatos que elegí se le ven perfectos y el tono oscuro del vestido le da cierta elegancia. Creo que he quedado con la boca abierta hasta que veo cómo Liam casi babea por la boca y le doy un codazo. "Ni se te ocurra" Aunque no la haya probado ni hayamos hecho nada, nadie toca lo que es mío.
De regreso en carretera, Liam no deja de dirigirse a mi de forma pasivo-agresiva como si lo hubiera ofendido.
— ¿Ahora a dónde los lleva su chofer mal pagado, al que llama amigo, señor?
—A donde siempre.
— ¿En serio? ¿ahí? —empieza a murmurar—No es un lugar muy romántico que digamos…
—Llévame ahí, no es pregunta.
—Por eso no te hace caso…
— ¿Qué dijiste?
—Nada, Wolf. —Responde con una sonrisa sarcástica.
—Em… ¿Por qué el señor Roberts llama “Wolf” al señor Eardwulf?—Pregunta Cadence con una voz apenas audible e inocente.
—Me dijo señor…—Liam suena bastante afectado, esta vez soy yo quien se quiere reír.
Es 10 de Mayo, día de las madres en mi país, aunque en USA el día de las madres es el segundo domingo del mes de Mayo. Eren cumple años el día 12 de Mayo (que puede caer a veces en Domingo de día de las madres) Así que hoy y el 12 de Mayo estaré publicando Eren Eardwulf en escena parte 5, el momento en que Eardwulf dejó de ser el cretino que recordaba Cady. Todo comenzó una noche de Abril cuando se encontró a Cady en el bar, pero no es hasta lo que menciona en este capítulo cuando finalmente cambia por completo su forma de comportarse. Es un poco largo así que lo he dividido en 5 partes. ¡Espero que lo disfruten! *** Nota editada: ¡Que coraje, justo ayer se me acabaron los datos! Así que apenas pude publicar hoy. Disculpen.