Capítulo 111.2- Ery Avery en Escena Parte 29 (2/4)

Acto II – Lobo del Eden~

Sin dejar de entrelazar mis dedos con los suyos, me adentro una vez más, esta vez lento muy lento. Mientras lo hago veo su cuello que me tienta a marcarlo, aunque lo deseo demasiado me contengo, no es el momento.

Quiero ser más suave, un caballero, pero no puedo evitar castigarla cada vez que evita mis palabras de amor con un buen empujón de mi pelvis hasta que ella llegue al clímax. Una vez me he asegurado de que ella está en el punto máximo de la cumbre de placer, finalmente libero mi semilla cayendo rendido sobre ella.

Y pensar que estuve a punto de perderla por esa misión infernal. Me prometí a mí mismo que me moderaría cuando pudiera volver a tomarla entre mis brazos, que sería menos bruto aunque me quedara con las ganas, juro que esa era mi intención hasta que ella dijo que nos usáramos el uno al otro. Justo en el mismo momento en que finalmente el Dios Schadenfreude me liberó de esa misión y me anunció que la había superado. Si no hacía algo estaba seguro de que la perdería para siempre.

Me porté salvaje, no dejé que me rechazara ni un instante aunque temía superar los límites y que ella me evitara. No fue hasta que terminé que sentí el remordimiento de mis actos. Nuevamente me forcé sobre ella, incluso recordaba haberle pegado un par de nalgadas esperando que me llamara por mi nombre. Lo que me hizo sentir aún más culpable fue saberme feliz por estar ella en mis brazos y que no cambiaría nada de esa noche. Entonces le dije nuevamente que la amo.

Su respuesta me lo dijo todo, Hershey tenía razón al decir que Cady era débil en su alma y su corazón, aunque por fuera parezca fuerte y desafiante, incluso cuando me pidió que la utilizara. Comprendí el significado detrás de esa propuesta. Tiene miedo.

Yo también, tengo mis propios temores entre ellos está perderla a ella, alguien tan preciada para mí como un tesoro. Mi Shätzchen.

“Si quiero que ella enfrente sus temores y sea libre, debo comenzar por enfrentar los míos” Pensé de inmediato. No quería más malos entendidos, no aquellos que le hicieran creer que mi amor por ella fuera porque soy el protagonista.

Se lo dije todo, bueno, me faltó decirle sobre Lina de Fritz pero fue bastante lo que pude soltar desde mi pecho como el papel que jugué en el deceso de mi propio abuelo.

Incluso si al abrir mi corazón ella lo cerrara para mí por lo que hice, quería ser sincero de principio a fin. Cuando terminé me vestí rápidamente antes de que me pidiera que me fuera con gran decepción. En su lugar ella me detuvo y me besó.

No me esperé que ella llorara por mí, mucho menos que decidiera llevar a mi cachorro en lugar de enfadarse y llamarme un demonio.

Quiso comprenderme, escuchó todo lo que le dije inclusive que había terminado el compromiso con Freya ¡Me dijo que tuviéramos un cachorro! No creo que existan las suficientes palabras en este mundo para describir lo que sentí cuando me lo pidió… De verdad que no. "Felicidad" sería una palabra demasiado corta y "dicha" no le llega ni a los talones.

Cadence Beckham, tampoco existen palabras suficientes para agradecer que hayas llegado a mí. 

Incluso si es por tiempo limitado, quisiera creer que somos una pareja de verdad y que como recién casados estamos en nuestra luna de miel disfrutando del otro hasta sentirnos satisfechos. Quiero todo con ella, una familia.

Cuando Cady duerme de manera tan pacifica es contagiosa. Yo también creo que fue un día largo y nos merecemos un descanso.

<<El huésped ha desbloqueado el libro del viajero del rosario original>>

¿Qué has dicho, Dios Schadenfreude?

Estoy tan cansado después de toda esa odisea que ni siquiera me molestaré en preguntarle si puede repetir lo que sea que dijo…

***

Lentamente abro mis ojos, aunque creo haberme quedado dormido me siento muy exhausto. Busco su calor pero ella no está aquí, solo una gran y espesa niebla oscura.

Suspiro, creo saber en dónde estoy.

Nuevamente me encuentro en aquel lugar que no es un bosque sino lo que llaman “ciudad” no necesito verlo todo el día para saber en dónde me encuentro. Nuevamente estoy en un sueño, en el cuerpo de ese hombre.

Por alguna extraña razón todo parece más grande y alto.

GGGGGHH GHHH

Algo suena extraño, una pequeña mano toma un objeto aparatoso presionando algo en ese artefacto del que sale la voz de un niño como nuestros cachorros en la manada.

{Negativo~}

Dice la voz que creo haber escuchado alguna vez, hace mucho, mucho tiempo.

—Continúa buscando, Liam.

Eso lo ha dicho él pero su voz es demasiado suave, como la de un niño.

{Eren, somos niños ahora ~GGH~ Nadie nos querrá dar información}

—Si pierdes tus memorias antes que yo sin hacer algo por encontrarla jamás te lo perdonaré.

{¿Quieres hablar de perdonar? GHHH ¡Eres tú quien nos tiene en este GHHHH Bucle!}

—Es por eso que debo encontrarla.

{Eren, ni siquiera ha nacido, buscarla es imposible}

—Será peor si no logro recordar su apellido después, Liam.

{¿Por qué te empeñas tanto? Da igual si la buscas cuando ya esté en el~GHHHH cunero~podrás ponerle un anillo como siempre lo haces solo que de juguete~GHHH~Loco}

—Porque yo también puede que lo olvide pronto, para empezar… Creo entender por qué no pude conseguir el último precepto. Es por ese hombre. Si lo tengo vigilado antes…

El niño pasa cerca de un edificio con un gran ventanal que parece espejo, por fin puedo ver su apariencia. Es igual a mi cuando tenía unos 5 o 6  años.

¿No habla demasiado y muy complejo para ser tan joven?

Escucho un poco la conversación de mi rival (Quien ahora supuestamente es un niño que habla como si fuera un adulto) su gran amigo y asistente que se parece a mi Beta tampoco habla como un cachorro de su edad.

—Es la última oportunidad. Por eso debo asegurarme de que esta vez…

{Continuaré buscando~GHHH~pero nadie nos tomará en serio~}

—Eres el único que recuerda como yo y cuando lo olvides estaré solo.

No hay respuesta. Mi rival suspira, intenta apretar con fuerza el aparato maldiciendo su poca fuerza. Después de eso saca una libreta y anota “Tonificar músculo en un gimnasio”

Una mujer le grita y lo llama a lo lejos, mi rival vuelve a maldecir pues sabe que su larga búsqueda deberá quedar en pausa, nuevamente.

***

Mientras mi rival parece fastidiado una mujer parecida a la señora Bertha Thunderhowl (A quien conozco por los sueños de Eardwulf como “Señora Brown”) continúa regañándole por andar en la calle.

—La señora preguntaba por ti, últimamente su salud ha empeorado. Debe estar preparado, joven Eardwulf.

Mi rival piensa que eso es imposible, su madre morirá cuando tenga 10 años. Está tan seguro de ello que no tengo duda de lo que afirma.

Así que si hay algo en lo que no nos parecemos. Cinco años parece un tiempo considerable, sin embargo él tampoco quisiera perder siquiera un minuto de lo que quede para disfrutar de su compañía, anota cuidadosamente “Siempre apreciar hasta el tiempo más breve” y sube por una larga escalera hasta llegar al único lugar de la mansión que parece menos sobria.

Mi corazón late con fuerza al reconocer ese lugar, es idéntico al de esa vez, el mismo lugar donde la vi por primera y última vez. Mi rival abre la puerta cuidadosamente y asoma su cabeza. Ahí está, un rostro tan familiar que aún me estruja el estómago en su recuerdo. Es igual a ella, es mi madre.

—Ven aquí, Ery —Dice abriendo sus brazos como Gudrun hizo conmigo— ¿Viniste a visitarme otra vez?

¿Ery? ¡¿Por qué le llamas Ery?!

—Mami...

Mi rival no espera a que le repita la pregunta, corre hacia su madre y la abraza igual que yo hice en el pasado con la mía. No puedo comprobarlo porque es un sueño pero estoy seguro de que debe oler también como flores de Dalia.

Después de abrazar a Galia con lo que cree una fuerza delicada pero firme, ella le acaricia la frente.

—Me dijo la señora Brown que nuevamente cierto pequeño se ha escabullido por allí---

Mi rival sabe que ella lo dice en un tono suave y juguetón así que le responde con el mismo tono.

—Mami también se escapa— Dice él mientras señala la pintura embarrada en sus manos—No le diré a papá si tú no le dices a Abu que salí.

—Hecho— responde ella haciendo un círculo con sus dedos pulgar e índice dejando los otros tres dedos levantados.

Ambos asienten en complicidad, es extraño. Mi madre se veía mucho menos saludable que ella pero siguen teniendo esa misma energía revitalizante. La habitación está llena de cuadros, en su mayoría de un hombre parecido a Sieg, debe ser el padre de mi rival. Dieterich,  al que aún no he visto todavía interactuar en mis sueños.

— ¿Ya pudiste encontrarla?

— ¿A quién?

—A tu Shätzchen— Cuando dice esa palabra mi rival se detiene un momento compartiendo su inquietud conmigo quien se encuentra en su cuerpo.

—No me mires así, ahora responde.

— ¿Co…cómo lo sabes...?

—Eren Grant Eardwulf, la forma en que hablas no es la de un simple niño que acaba de cumplir cinco años ¿Crees que no sé lo que haces? Soy tu madre incluso si estoy... bueno, en este estado.

—Dudo mucho que lo sepas— Dice mi rival mientras piensa que es imposible que entienda siquiera lo que es no saber tu edad exacta pues has regresado en el tiempo tantas veces que podrías jurar que tienes muchos más años que un joven en sus 20 y tantos.

—Y yo dudo mucho que sepas todo lo que soy capaz de saber, mi estimado viajero del rosario.

Eren, mi rival, observa con atención a la mujer que creyó una madre común sorprendido de lo mucho que parece saber esa mujer. Yo también creo que reaccionaría igual. Nuestras madres son tan intuitivas que no parecen mujeres comunes.

— ¿Crees que al morir simplemente nos desvanecemos en el aire? Lo he visto todo, incluso lo que sucedió en mis muchas muertes.

—Pero siempre has estado callada, si lo sabías…

—Nunca me visitaste, Ery. Ni una sola vez.

—Porque no quería volver a verte morir.

Eren Eardwulf cierra el puño y sus pensamientos resuenan a mi alrededor. Eligió tomar otro rumbo esta vez y tras 22 veces tomando el mismo camino al menos quisiera conocerla bien una vez. No esperaba que la mujer frente a él hubiera regresado también en el tiempo.

—Yo tampoco quiero verte sufrir.

—Perdona... Si no encuentro pronto a mi chica, perderé los recuerdos de ella y todo será inútil. Volveré a repetir el mismo error…

—No lo harás, mi pequeño tesoro. Lo has intentando tantas veces, esta vez me aseguraré de que la encuentres antes de que suceda.

—Hablas como si todo fuera muy sencillo.

—Te lo dije antes, no soy alguien muy compleja.

No conocí más que un día a Gudrun, pero puedo asegurar que en efecto más que compleja es simplona y parece aceptar su destino con una tranquilidad que me hace preguntarme si el no recordar sobre su propia identidad real la haya hecho así.

Aún recuerdo nuestro primer y último abrazo. Eardwulf desde que despertó con sus recuerdos intactos no ha dejado ir ningún momento sin disfrutar de la compañía de su madre aunque suele escabullirse para lograr sus propósitos.

—Me hubiera gustado que estuvieras aquí para verla, mamá.

—La vi, Ery. La conocí en mis sueños y tú estabas ahí.

Él se detiene un momento, piensa en su olor como Dalias y en que desearía poder tener a las dos a su lado para siempre.

—Querría más que pudieras verla, escuchar sus historias cuando lo haga y... Ella es preciosa, supe cuando leí esa historia que debía proteger un corazón así. Es por eso que lo intenté, el resultado siempre es el mismo. Después de un tiempo comienzo a olvidarla, dejo pasar demasiados años… Ella tiene una vida miserable y aunque nos conocemos una tarde no es suficiente. Entonces entendí lo que tengo que hacer.

—Y que harás,  Ery?

—Voy a encontrar a ese hombre, lo haré rehabilitarse y me aseguraré de que no toque un casino ni meta su cabeza en esos lugares jamás en su vida.

—Si haces eso jamás la conocerás.

—Es precisamente lo que haré, madre. Me evitaré conocerla.

El silencio es demasiado inmenso, incluso Galia ha dejado de acariciar su cabeza y lo obliga a verla directamente a los ojos mientras le mira con seriedad.

—Te lo prohíbo.

¿Eh? ¿Esa mujer que parece alegría simplona acaba de responder así?

—Mi hijo no es ningún cobarde. La Maldición Eardwulf son patrañas y si fuera cierta, entonces toda maldición tiene un fin.

—Pero, madre...

—No hay pero que valga, Ery. Si crees que lo que hace falta es ese sacrificio tonto perderás por completo.

—No puedo hacer nada más.  Lo intenté, nunca puedo evitar que ese borracho acabe con su vida, si no la olvidara tan pronto podría...

—Lo harás,  Ery—Responde con gran serenidad sin perder su mirada de reprensión—La conocerás antes. Mamá te dará no una sino tres oportunidades. 

Eren y yo compartimos la misma extrañeza y esa sensación de que esta mujer no es normal.

—Renunciaste a la primera para no sentir dolor y la perdiste, pero tienes una madre que te llevará a ella. Debes encontrarla, la solución no está en rehabilitar a ese hombre. Si eso fuera, cada historia que has reescrito esperando evitar que caiga en esa sombra no te evitaría conseguir el último precepto. 

— ¿Cómo sabes todo eso?

—Ery, aunque no lo creas yo también puedo hacerlo... veo la posibilidad de ese futuro.

— ¿Y qué ves en ese futuro?—Preguntamos ambos casi al unísono.

—Ya te lo dije, la vi—interrumpe con seriedad y vuelve a sonreír— Esta vez me aseguraré de que los esfuerzos de mi hijo rindan frutos.

— ¿Cómo? Tú ya no estarás aquí en cinco años más... incluso si intento cambiar ese destino, yo---

—Es justo por eso que puedo hacerlo. Siempre estaré contigo, mi precioso Ery.

—Mamá...

— ¿No continuarás tu búsqueda? Puedo distraer a la señora Brown.

—No. Hoy quiero que este día y los que resten sean solo para ti. Como esas otras 22 veces debieron ser.

—Claro.

¿Por qué te pareces tanto a mi Madre? ¿Por qué llamas “Ery” a Eardwulf?

—Ery, sabes... Al principio no me decidía entre dos nombres que quería para ti. Quería que te bendijeran los dioses así que pensé en Shawn ¿No es un nombre muy bonito? Pero algo me dijo que debías ser Eren. Significa el que es sabio y también el bendito. Se lo mencioné a tu abuelo y me dijo que Eren era un nombre muy bonito además que sonaba parecido al de tu padre.

—Un niño de cinco años no entendería eso, madre. De verdad sabes que no soy realmente---

—Eres mi hijo, siempre lo serás. No importa si eres un adulto de quien sabe cuántos años, 25 veces no pude hacer nada por ti... Esta vez me aseguraré de que seas feliz.

—Hablas como si supieras lo que pasará en el futuro o algo así---

La risa de esa mujer interrumpe los lamentos de Eren quien la ve con sorpresa. Ambos estamos de acuerdo en que para ser una mujer de salud delicada parece más vivaz de lo normal.

— ¿Sabes lo que es una bruja, Ery?

—…Por supuesto...

—Entonces te diré un secreto. Mamá conoce a una bruja.

—....Ya estás comenzando a delirar…

—Je, je, je. No, Ery. Mamá de verdad conoce a una "bruja" porque mamá es descendiente de una.

¡¿QUÉ C#RAJO?!

—No me pareces una bruja. Además ni siquiera recuerdas tu verdadero nombre.

—Dije que soy descendiente no que sea una. Cuando puedas lee el cuento que escribió mamá ¿Sí?

¿Cuál cuento? ¿Tú sabes lo que dijo, rival?

— Si sabes lo que sucederá ¿No hay forma de que esa bruja te salve esta vez?

—No, mi pequeño. Mamá tuvo que pagar el precio... Pero prometo que estaré con mi precioso hijo protegiendo su felicidad siempre.

—Ahora, vamos.

— ¿A dónde?

—Con mi futura nuera, a dónde más.

—Madre... ella todavía no nace en este mundo, faltan al menos dos años más…

— ¡Je, je, je! ¡Cierto, debes creer que soy una atolondrada!

¿Esta mujer es la madre de Eardwulf? No puedo evitar sorprenderme al ver que incluso se ha levantado como si nada. Su alegría es demasiado sospechosa y me hace pensar que algo más oculta esa extraña mujer.

—Ven, sígueme ¡Te mostraré algo, Ery!

—Madre, debes reposar.

—Podré descansar por fin en paz cuando te lo haya dado, ahora sígueme.

La mujer lo lleva a su estudio donde tiene muchas pinturas y lienzos, el lugar es también idéntico a la habitación donde mi madre hacía sus pinturas. No suelo entrar seguido en esa habitación pero es mi lugar secreto, fue cuando como nuevo Alfa ordené abrir la puerta y forzar el candado. Quería descubrir que era aquello que mi padre guardaba con tanto recelo como si hubiera detrás un gran tesoro.

Lo era.

No tenía siquiera rastros de polvo dentro, había permanecido bien cuidado, sus pinturas sin acomodar tal como ella las había dejado, incluso permanecía un poco su olor como flores. Mandé a destruir todo lo demás, quemé y me deshice de cualquier objeto que dejó el anterior alfa incluso cada mueble. Solo esa habitación y el lugar donde mi madre pasó sus ultimos días de vida los mantuve tal como estaban.

— ¡Ta-daaa!—Dice la mujer mostrando un cuadernillo y entregándole este a Eardwulf con gran orgullo.

Mi rival abre el cuaderno justamente en la página correcta, al mismo tiempo me olvido de mi propio pasado al notar igual que él lo que hay en ese dibujo mientras la mujer exclama un “Feliz cumpleaños, Ery”

Ninguno de los dos le da importancia a sus palabras pues solo podemos mirar el contenido que nos roba el aliento.

En blanco y negro, hecho en carboncillo, está un retrato de Cady. Es ella, sin duda, solo sus ojos tienen color, amarillos como el ámbar.

— ¿Qué es esto...?

—A mamá se le da muy bien dibujar y en mis sueños la vi, es ella ¿no es así?

—Sí, ella es. Aunque su cabello es más largo, le llega hasta la cintura.

—Tiene bonita mirada me agrada mucho.

—Su cabello es más largo.

—No, así lo lleva ahora.

¿Y cómo era tu sueño "madre"? Pregunto al mismo tiempo que Eardwulf.

—Hmmm... Ambos están frente a mi lápida y los dos se ven muy felices. Ustedes beben cerveza enfrente de mi tumba, no está bien hacer eso… Bueno son mayores de edad, tienen mi permiso si me dejan una lata.

—Estás hablando de cerveza y malos hábitos frente a un niño de 5 años, mujer...

—Tienes más que la edad de un adulto joven. Podría maldecir y usar palabras complejas, sé que las entenderás todas.

—Increíble y yo que estuve cuidando no hablar con un vocabulario demasiado maduro frente a esta mujer...

—No, fue tu mirada, Ery.

— ¿Qué tiene mi mirada?

—Parece la de alguien que ha vivido y llegado hasta la madurez demasiadas veces.

—Entonces no es que sepas el futuro...

—Oh, claro que sé un poco. Me temo que no moriré cuando tengas 10 años sino antes

— ¿Cuando?

—Pronto.

Maldición, conozco esa maldita sonrisa a medias y esa mirada. Es la misma que tenía la mía al cruzar el umbral y verla por última vez con la promesa de regresar.

— ¿Qué tan pronto?

Ambos sospechamos al mismo tiempo mientras esa mujer lleva su índice a los labios sellando el secreto.

—Cuando lleves a mi nuera deben dejarme la cerveza, una buena y muy fuerte, nada de light y esas cosas.

—....Si hablas así comienzo a dudar si no eres un Schadenfreude.

—Me divierte un poquito, no lo voy a negar, pero debo ser así. Ya que los dos son muy serios y les cuesta confiar hasta en sí mismos necesito predicar con el ejemplo.

—…. — ¿Los dos? Mi rival y yo compartimos la misma duda.

—Bien, te diré algo que no es una burla.

Al cambiar la página le muestra Un dibujo en carboncillo donde ha dejado garabatos sobre el dibujo de Cady.

—Ella tiene la sombra de la muerte.

—Lo sé.

—Lo que crees saber no es suficiente. Pero para eso me tienes a mí, quisiera poder hacer más por ti.

—Hablas como si fueras a morir hoy---

Mi rival también tiene la intuición de nuestras madres, yo también, pues ambos sabemos que tiene un secreto en los labios y la misma sombra de la muerte detrás de ella. Ella sonríe, un ligero arqueo de su boca, entre resignación y decisión, su silencio lo confirma todo.

— ¿Es en serio? ¡¿Cómo pudiste?!

—Ery, la vida tiene un equilibrio. El tiempo no es suficiente, por eso te daré cinco años más.

¿Cinco años?

—"Ery" La verdad es que cuando la encuentres olvidarás todo, incluso que hablaste conmigo

— ¡¿Por qué tengo que olvidarte?!

—Porque debes probarle que se equivoca.  

¿A quién?

—Si te olvido seré un idiota, un frívolo, no podré ser el buen hombre que ella necesita.

—No te preocupes sabrás qué hacer, no estarás solo esta vez.

¿Condenada mujer loca, me estás j0diendo? Ni siquiera sé cómo hará eso pero me da a entender que le ofreció sus cinco años restantes de vida a quien sabe que otro Dios Schadenfreude o demonio…

¡¿A cambio de cinco años que no puede ni siquiera aclarar cuando y para qué serán?!

—Mamá se asegurará de que esta vez Eren Grant Eardwulf tenga otra oportunidad, cambiará ese destino, así que él no puede desperdiciar este regalo de los cielos ni los cinco años de mi vida que daré o realmente me enfadaré.

— ¡NADIE TE PIDIÓ QUE HICIERAS ESO, MUJER TONTA!

Mi rival contiene sus ganas de golpearla en el pecho pues está consciente de que está enferma. Comprende que esa mujer se ha podido levantar y se comporta más enérgica porque es parte de su deseo final. No puede sentir rabia pues la mujer lo hace para liberarle de un bucle infinito, sabe sus razones y está agradecido por ello. A la vez se siente impotente.

—Si fallas una vez más. No habrá ningún reinicio, Ery—Levanta su barbilla mostrando la serenidad y calma que tiene— La maldición solo terminará cuando esa sombra deje de acechar... Tienes hasta entonces para enamorarte de ella."

—Pero si yo ya la amo demasiado. Cuando muere y recuerdo la amo más que antes, acaso eso no es….

—De eso no tengo ninguna duda. Creo en tu amor, Ery. Pero no es suficiente, no para que ese sentimiento sea el mismo. Además, en esta vida ese amor no ha nacido aún. Solo podrá ser amor si ambos sienten lo mismo.

—Es por eso que quiero encontrarla antes de que ese hombre haga que su desconfianza por los hombres nazca.

—Te lo dije, esa no es la solución— Acaricia la cabeza de Eren quien ya es un mar de llanto y lágrimas—Enamórate de ella, realmente, sean felices. Es lo único que deseo como madre, ver feliz a mi hijo.

— ¡No podría permitir que des cinco años de vida, no lo hagas!

—Ya lo hice, Ery— Pero no me arrepiento ni tú debes arrepentirte jamás.

— ¡Eso significa que morirás hoy! ¡No quiero! —Esta vez sí dirige unos golpes a su pecho en reproche y dolor, luego recuerda el rostro de Dieterich y se detiene— ¿Y papá? Él nunca pudo…

—Tu padre sabrá cuidarse solo.

— ¡Eso no es cierto, Dieterich jamás podrá superar tu pérdida! ¡Igual que yo! ¡Cuando un Eardwulf ama es para toda la---!

Mi rival se detiene y llora con una voz como un aullido ahogado y crudo. La mujer le abraza esperando a que se calme para continuar.

—Fue culpa de Ritch para empezar. Si no fuera por nosotros vivirías como un joven normal, sin la ausencia de aquello que te hizo falta todas esas 25 veces para liberarla.

— ¿Qué me hace falta?

—No puedo decírtelo, no directamente, Ery.

— ¿Es por el trato que hiciste?

—No, por el trato que tú hiciste.

¡Di las cosas como son mujer! ¡Déjate de ambigüedades! ¡Estás dando tu vida para que haga quien sabe qué, ni siquiera Eardwulf con sus quien sabe cuántos años acumulados tiene idea de lo que harás!

—No te vayas.

—Mi vida es limitada, siempre lo fue, por eso quiero que esta vez sea útil, que mi hijo sea libre.

Galia abraza a mi rival y este se calma un poco mientras cierra los ojos intentando memorizar la sensación de sus manos acariciando su cabello, los latidos de su corazón y el olor a dalias aunque sabe que no podrá conservarlos.

—Esta vez no seas el lobo del infierno, Eren. Sé el cielo de esa chica. Muéstrale la lealtad que solo un verdadero lobo puede dar a su pareja.

¡Si resentí a mi madre por abrazarme sabiendo que moriría cuando lo hiciera, esta mujer me colma más!

—Solo quería evitar que muera su madre, que ella tenga una vida feliz y pueda conocer a alguien que la proteja y la aprecie mejor que yo… No tenías que dar tu vida.

—De eso no debes preocuparte. Lo encontrará—Esta vez besa su frente y se restriega como un lobo a su cachorro—Logré extender cinco años más su vida, es la última vez. No olvides el trato que hiciste, no conocerla contará como omisión. No puedes permitir que eso suceda.

—Pero es por mi falta de---

—No es culpa tuya, es de él. Mientras exista esa obsesión enferma por ella, le seguirá atormentando.

—Es por eso que quiero.

—Te equivocaste de objetivo, no me refiero al que la mató sino al que provocó que lo hiciera.

— ¿Quién?

—Ella lo conocerá y él como siempre se enredará como serpiente. Pero tú no lo permitirás.

¿Quién?

¿De quién hablas? ¡Habla, mujer!

—Recuerda esa historia, Ery. Ella lo dijo muchas veces.

¿Qué fue lo que dijo Cady? Eardwulf tampoco lo entiende pero hay algo que le preocupa mucho más que los eventos del futuro.

—No quiero olvidarte.

—Deberás hacerlo.

—Si te olvido y la olvido a ella también, volveré a ser el lobo del infierno.

—No lo serás, porque yo te enseñaré el Edén.

***

Esa noche, a tan solo un minuto para el inicio del 13 de Mayo, ese mismo día “Galia” Eardwulf cerró sus ojos para siempre.

Todo fue exactamente igual que conmigo solo que él sí pudo ver todo desde primer plano y no oculto con su abuelo desde la rama de un árbol como si el hombre bravo lo fuera a despedazar con solo mirarlo por asistir. Mi rival esta vez no se dejaría intimidar.

Por primera vez vi a ese hombre llamado Dieterich, aquel hombre igual a mi padre. Durante ese tiempo no le miró a los ojos ni siquiera por accidente. Era como si ambos no existieran en la vida del otro.

Uno a uno los asistentes se marcharon hasta que solo ese hombre que se parece a mi abuelo y el intruso que se hace llamar padre permanecieron. Su abuelo insistió que llovería pronto, mi rival se negó a moverse de ahí. Incluso Dieterich se había retirado.

Mi rival acarició su lápida, pensó en la diferencia entre el calor que se había escapado de sus manos en cuestion de horas. Pero él no le reclamó por morir, no como lo hice yo. 

—Te prometo que esos cinco años no serán en vano, madre.

*** 

Al poco tiempo no solo fue su madre quien le había dejado solo en aquella vida donde era un adulto atrapado en el tiempo desde el cuerpo de un niño. Liam, el único que también parecía recordar algo de aquella locura también había perdido sus recuerdos y se comportaba como un niño de su edad.

Galia había dicho que mi rival olvidaría los días que pasó con ella, mi rival esperaba que eso sucediera al día siguiente pero aún permanecían sus recuerdos intactos.

Hasta que una mañana comenzó a olvidar, eran algunos fragmentos y en esos momentos se comportaba como un niño normal. Cuando eso sucedía y recuperaba su cordura, mi rival maldecía el tener que olvidar.

Al principio ni siquiera recordaba su amistad hasta que un día Liam tocó a la puerta de la mansión con una libreta llena de indicaciones que se había dejado a sí mismo. Eardwulf ya tenía 9 años para ese entonces.

{GGGGGHH~BETA REPORTA A ALFA~ GHHHH}

— ¿Los encontraste?

{NEGATIVO GHHH~ NO EXISTE REGISTRO DE UN LUGAR A NOMBRE DE DAWSON}

— ¡MALDICIÓN!

Últimamente mi rival tiene pérdidas de memoria constantes, en algunos momentos recupera algunos recuerdos y así pudo encontrar el apellido de Cadence Dawson. Sin embargo, por más que buscara, no existe registros de alguien que tenga una casa bajo su nombre.

“No seas el lobo del infierno, sé el cielo para esa chica”

¿Pero cómo se puede ser el cielo cuando eres un lobo que solo ha vivido en el infierno? Eardwulf cansado de buscar y viendo inútil todos sus esfuerzos así como los años que le había entregado Galia solo pudo sentarse en una banca y sacar su libreta de apuntes.

Solo quedaban dos páginas para anotar.

Un lobo… del cielo ¿Algo así como un lobo blanco y puro? Eren dibuja la idea de algo así, otro pasatiempo que también tengo yo es hacer algunos dibujos aunque Eardwulf lo hace mucho mejor.

—Es un lobo—Dice una pequeña voz mientras Eardwulf nota la sombra de una niña pequeña.

—Sí, lo es...

— ¡Es bonito! ¡Quiero uno!

— ¿Te gusta?

— ¡Sí! ¡Es bonito!

—Te lo regalo—Dice con algo de fastidio mientras arranca la hoja y se la entrega a la pequeña niña. Para un niño todo es impresionante.

—¡¡¡Gracias!!! —La pequeña niña da la vuelta sin dejar ver su rostro de cerca, es demasiado inquieta— Oh, abuela dice siempre dar algo también. 

Eren piensa que como editor le gustaría corregir su gramática pero debe contenerse al tratarse de una niña muy pequeña.

Ella extiende su pequeña mano, mi rival inclina la cabeza de un lado sin entender lo que quiere hacer.

— ¿Quieres prestarme?

— ¿Ah, te refieres a que quieres que te preste mi cuaderno y mi lápiz?

Ella asiente enérgicamente con la cabeza. Lo admito, es imposible no verlo como algo absurdamente adorable.

La pequeña niña dibuja garabatos y muchas rayas.

Terminé. 

—Es un lobo también. 

Aunque mi rival da vueltas al "dibujo" no tiene pies ni cabeza.

—Ah... ¿gracias? — Sacude la cabeza intentando no sonar ofensivo  —Digo, es muy bonito. Gracias, eh...

—Keidens

Mi rival se detiene un momento y mira el rostro de la niña. Yo también siento ese alboroto en su interior en cuánto esa pequeña extraña toma forma de pies a cabeza.

Sus ojos son amarillos y muy grandes, brillantes como el sol detrás de ella.

— ¿cómo dijiste que te llamas? —Pregunta sosteniendo con fuerza su libreta.

—Soy Keidens douson.

Su pronunciación es terrible pero eso no tiene importancia para mí rival. Tampoco para mí porque yo también la reconocí. 

— ¿Daw...son?

Ella vuelve a asentir con energía.

"Tienes un nombre muy bonito" Decimos ambos al mismo tiempo.

¿Verdad? ¡Es precioso!

—Sí, es el nombre más hermoso de todos ¿Quieres saber mi nombre?

Ella vuelve a asentir enérgicamente y se balancea con la cabeza de enfrente hacia atrás. Es tan cómica y adorable que quisiera apretujar sus mejillas con cuidado. Mi rival piensa lo mismo solo que se mide pues la ve como una criatura delicada, una mariposa que podría desintegrarse al tocarla sin cuidado.

—Eren Eardwulf, es mi nombre.

—"Eden Wolf"

Dice ella y todo parece detenerse, mi rival toca su pecho y se tapa el rostro evitando liberar una gran carcajada hasta que comienza a golpetear con el puño su asiento.

Después de recomponerse un poco toma el aparato por el que se comunica con su mano derecha y dice con gran seriedad.

—Liam.

{¿Sí GHHH~Alfa?}

—Desde ahora llámame "Eden Wolf"

{GHHH~ ¿Eh? GHH~ ¿Por qué?}

—Así me llama mi novia.

{¡¿Tienes una novia?!~}

—Siempre tuve una.

{Eres bien raro, Wolf}

—Para ella seré el Eden—Pausa—Para nuestros enemigos, seré el infierno.

¡Si, es demasiado extraño pero no lo culpo! ¡Yo en su lugar habría hecho exactamente lo mismo!

Mientras mi rival discute con Liam, la pequeña Cady observa atenta el aparato en su mano. Sus ojos amarillentos como dulce miel atraen de inmediato la atención de Eardwulf quien deja colgado a su “asistente” embelesado por lo adorable que es.

— ¿Te gusta? Es un walkie talkie.

—Es bonito

—Te lo regalo si lo quieres.

— ¿De verdad?

—Todo lo mío es tuyo Cadence, porque yo seré tu esposo.

¡Oye! ¡Eso es demasiado para decirle a una niña pequeña!

— ¿Esposo? ¿De Keidens? —Mi rival asiente enérgicamente.

— ¿Quieres casarte conmigo?

—No—responde con una voz seca.

¡Vaya, eso fue una respuesta clara, directa y letal!

— ¿Por qué no?

—Keidens no te conoce.

Es tan adorable y letal.

— ¿Y eso que tiene que ver?—Responde mi rival apenas reponiéndose del rechazo.

—Abuela dice “Keidens no casarse con malos hombres” Mamá llora porque papá es malo.

—Entonces conóceme y cuando seamos más grandes nos casaremos, seré un buen hombre y te protegeré siempre.

— ¿También a mi abuela y mamá?—Incluso siendo tan pequeña piensa en los demás sobre sí misma.

—Siempre, te haré muy feliz.

Ella lo piensa un momento, luego asiente con la cabeza y después niega.

—Keidens no debe hablar con descosidos.

Querrá decir desconocidos.

—No soy un desconocido.

—Vine con abuelita. Allá— Señala a una mujer alimentando a las palomas— Merigol becom.

La mujer de inmediato levanta la cabeza y observa a su alrededor, busca algo hasta que finalmente mira hacia nosotros y suspira de alivio.

—Cadenza, no hables con extraños.

—Es mi amigo— Señala a Eardwulf— Mira, me lo regaló.

—Qué lobo más bonito.

—Me gusta más el que me regaló Cadence— señala mi rival con orgullo los garabatos que ella hizo.

—Que muchacho más educado.

— ¿Educado es algo bueno?

Por supuesto, Cadenza.

—Puedes ser mi esposo—Dice de inmediato sorprendiendo a mi rival e incluso a su abuela quien abre la boca hasta casi desencajar la mandibula por la impresión.

¿Perdón?

¡Cady! ¡Le estás prometiendo a ese degenerado algo que es para mí! ¡Eres mi esposa!

Mi rival está tan emocionado que si fuera un verdadero lobo estaría meneando su cola como loco.

—Válgame dios, estos niños de ahora. Cadenza apenas va a cumplir tres años y ya hasta se hizo de un novio.

Su abuela se abanica con la mano y comienza a reír tomándose todo aquello con humor, es una mujer agradable.

—Disculpe, señora Marigold, eh….

—Beckham. Es nuestro apellido, como “quien vive cerca del arroyo”  

—“Beckham”—Dice saboreando cada letra.

Eardwulf piensa "con razón no encontraba su casa, todo este tiempo estuve buscando en Dawson" mientras toma unas notas en su libreta.

—Ah, ya es hora de preparar la cena. Vamos, Cadenza.

—Esperen—Dice Eardwulf, había esperado tanto ese momento, encontrar a la familia de Cadence y cambiar su destino—Ella es mi preciado tesoro, por favor cuida de ella hasta entonces.

La mujer se cubre la boca sorprendida por la declaración tan apasionada de mi rival.

Si Eardwulf cambia el pasado puede que el sacrificio de Galia se desperdicie. Dijo que le daría cinco años, estaba decidido en aprovechar cada día.

—Averigua de una escuela cerca de la calle Silvia. Debe ser guardería, primaria y secundaria también—Eren Eardwulf pide a Liam antes de que su comunicador caiga al suelo.

{¿Wolf?}

{GHHH ¡¿WOLF?! GHHH ¡¿ESTÁS AHÍ?!]

Es de nuevo uno de esos episodios en que olvida quien es y vuelve a ser un simple niño. Solo que esta vez mi rival presiente lo peor.

Las palabras de Galia comienzan a cobrar sentido, no olvidaría cuando ella muriera sino cuando encontrara a Cadence Dawson quien por alguna razón ahora se hace llamar Beckham.

—No….

Mi rival busca con desesperación su libreta de notas, pero es demasiado tarde, solo le quedan unos pocos segundos lúcidos antes de olvidar por completo.

"Tengo prohibido escribir su nombre directamente, entonces voy a creer en mi propia inteligencia. Espérame, Cadence. Estaremos juntos pronto."

Ve el aparato, las letras y números, y con un último hilo de esperanza evitándose olvidar, escribe en su brazo una serie de números 2…2…3…

Luego cae al suelo mientras susurra un “Por la eternidad” antes de cerrar los ojos.

***

El cielo parece rojo cuando la débil voz de Liam por fin llega a los oídos de Eardwulf, quien al despertar reconoce a su mejor amigo pero ha olvidado completamente lo que hace ahí en ese parque.

En su brazo lleva escritos los números 2238 lo hizo con tanta fuerza que el bolígrafo dejó un tono rojizo al marcar en su piel cada número.

— ¡Wolf! ¡No te duermas en el parque!

Liam sacude el cuerpo de mi rival hasta que este le responde con un empujón. El pequeño niño se levanta con algo de extrañeza en su rostro. Es como si al despertar su mejor amigo hubiera cambiado completamente.

— ¿Volviste a olvidar?

Eren le mira con seriedad.

— ¿A quién llamas Wolf?

—Wolf… ¿La olvidaste?

— ¿Me hiciste eso en el brazo?—Pregunta mi rival con una voz demasiado seca y fría.

— ¿Por qué haría eso?

Mi rival observa los números, algo en su interior le dice que es un número importante, toca cada número con su dedo memorizando cada uno sintiendo con la yema de sus dedos el relieve de cada raya.

—2, 2, 3, 8—Repite mientras piensa que algo le hace falta. No está seguro de que sea exactamente hasta que ve un garabato en el suelo.

— ¿Lo tiro en el basurero?—Pregunta Liam sin saber la importancia que tiene.

Eardwulf le da un manotazo y decide conservar ese garabato extraño que por algún motivo le parece ver un lobo mientras observa en su libreta una inmensa cantidad de palabras. Eardwulf no se dejó a sí mismo explicaciones sobre lo que olvidó, solo deseos de lo que quiere ser y hacer en el futuro.

Su mirada se detiene al leer las últimas palabras escritas por él mismo antes de olvidar por completo a Cady.

“Quiero vivir cerca del arroyo”

“Hasta el día en que nos podamos encontrar, mi ritmo, seguiré buscándote”

***

— Todo está bien, Terrence.

Jamás había sentido tanta dicha de escuchar a alguien llamarme por mi nombre. Después de escuchar como le dicen “Ery” a mi rival hasta el cansancio. Tener un nombre que pueda llamar mío es gratificante.

En aquel sueño que parece inmensamente largo, vi tanto, conocí un lado de Eardwulf el Lobo del Eden… Algo que habría deseado no saber si no fuera que así puedo conocerla más a ella, Cadence.

La vi morir, otra vez.

En el sueño, Eardwulf rememoraba su muerte, sentí su deseo por revertir ese destino y su desesperación. Debe ser algo insoportable intentar evitar tantas veces la misma muerte y recordar que regresaste el tiempo para cambiar todo pero este se ha repetido porque no puedes recordarlo a tiempo.

La mano de Cadenza es cálida, hay luz en sus ojos y su sonrisa vibra de esperanza. Está viva.

—Despertaste antes, cariño.

Al igual que Eardwulf, ahora siento que Cady es como una frágil y delicada mariposa, temo romperla si no tengo cuidado. Siento su mano en mi frente, el calor, su suavidad.

Ella acaricia mis cejas, su toque es delicado, me hace por un momento olvidar el gran pedazo de pesadilla que acabo de ver después de todos esos momentos hermosos en que la vi como una pequeña adorable.

—Tenía que despertar, esposo.

“Esposo”

Una maravillosa palabra que hace que mi interior explote en mil emociones que no puedo describir. Con su sonrisa no existe el después, tampoco mi rival, ni la vida ni la muerte. Solo somos ella y yo, unos esposos a punto de unirse como una sola alma.

Maika Maese

Queda confirmado para el joven Alfa, Eren Eardwulf es un viajero del rosario y su madre Galia ha cambiado algo del destino trágico sacrificando os 5 años de vida que le restaban. "2238" fueron los números que Eardwulf se dejó a si mismo como pista. Entre sueños Ery va descubriendo la verdad detrás de ese hombre llamado Eren Eardwulf así como su conexión con Cady que cada vez parece más compleja. En el acto 3 se sabrá el resto del sueño que tiene Cady sobre su infancia y lo que sucedió unos años después de que Eardwulf olvidara.

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